Una quinta parte de las reservas de gas natural y la octava de las de petróleo de todo el planeta hacen de Rusia una potencia energética mundial. Putin sabe que los hidrocarburos son clave para que el país recupere su influencia internacional, y los usa para impulsar sus intereses políticos, amenazando a las antiguas repúblicas soviéticas y a la Unión Europea con cortes en el suministro.
Ucrania es el último ejemplo de esta tensión creciente en Europa del Este. La UE ha advertido a Moscú de duras sanciones si invade el país, pero a la hora de la verdad duda, pues importa más del 40% de su gas de Rusia y tiene pocas alternativas disponibles. Por su parte, el Kremlin, consciente también de que la UE es su mejor cliente, se prepara para las sanciones y busca ya en Asia otros países a los que vender su gas.
El gas, un instrumento de presión en manos de Rusia
En términos energéticos, la Unión Europea y Rusia son interdependientes. La UE importa el 41% de su gas y casi el 27% de su petróleo de Rusia, siendo el principal suministrador energético europeo. Mientras, el país exporta el 48% de su petróleo y más del 50% de su gas a la Unión, mercado principal para sus hidrocarburos.
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaEl plan de Rusia para el gas: vendérselo a China para poder cerrarle el grifo a Europa fue publicado en El Orden Mundial - EOM.