En verdad, el panorama que me he encontrado, salvo honrosas excepciones, no es para nada esperanzador, así que os dejo aquí mi interpretación y los enlaces para que saquéis conclusiones por vosotros mismos.
El Correo de Andalucía no habla para nada del modelo de gestión aplicado a la empresa durante los últimos veinte años que, según reconoce el propio Guillermo Gutiérrez en su escrito a los trabajadores de ayer, es el causante de la acumulación de la deuda.
Sevilla Actualidad, sin embargo, comienza su información resaltando ese precipicio de pérdidas arrastrado durante años y la creciente y continuada pérdida de viajeros que parece no importarle a nadie, como si no tuviera incidencia alguna en las arcas de la empresa. Cabe resaltar de esta información que cuenta que los responsables de Tussam “se consideran satisfechos” con los datos sobre viajeros, es decir, con la pérdida de casi dos millones de usuarios con respecto al año anterior. Como para tirarse de los pelos de la alegría, vamos.
En Diario de Sevilla se limita a destacar las discrepancias entre las dos formaciones políticas que conforman el pacto de gobierno que dirige la ciudad. En ningún caso entra ni siquiera a informar o valorar la gestión llevada a cabo en la empresa ni las posibles causas de haberla llevado a tan delicada situación financiera. Supongo que no les parecerá lo suficientemente importante como para dedicarle tiempo y espacio.
En la misma línea se muestra ABC de Sevilla, haciendo hincapié sobre el peligro de ruptura del pacto municipal y seguramente frotándose las manos por lo que esto supondría de cara a las expectativas de su protegido Zoido. Resalta en el titula las declaraciones de Fran Fernández en las que apunta a la disolución de la empresa como única alternativa al famoso Plan de Viabilidad. Sin embargo tengo que resaltar aquí la columna de opinión de Adriano que acompaña a la información y que en esta ocasión la clava, refiriéndose a la truncada venta de las antiguas cocheras, que bien habría servido y mucho para paliar la situación, y que con una frase clarividente: “De eso hace un década, en la que han conseguido que al final, como siempre, sus errores los paguen los trabajadores”. Al César lo que es del César.
El diario El Mundo, por su parte, no ha considerado conveniente dedicarle ningún espacio a la información referida al Consejo de administración celebrado ayer, o al menos yo no he sido capaz de encontrarlo. Supongo que estarán ocupados con otros problemas que considerarán de mayor importancia.
Quiero manifestar para cerrar el post lo que ya viene siendo un hecho más que constatado y que en la Facultad de Comunicación de Sevilla una excelente profesora se ha encargado de enseñarnos y abrirnos los ojos ante la cada vez más recurrente forma de comportarse de los medios.
Me refiero a la abominable y sistemática forma en que los medios suelen alienarse con los intereses del poder, en este caso con los de los políticos. No creo que sea demasiado difícil adivinar las causas de semejante conducta, pero por si alguno anda perdido voy a dar sólo un dato, aunque podrían aportarse muchos más.
Durante el corto período de tiempo en que estuve en los grupos de trabajo de la AIE De Sevilla, ese macroorganismo en el que se integran las cuatro empresas municipales más emblemáticas y que todavía no se sabe muy bien para qué se creó, las cifras que se barajaban en concepto de publicidad en los medios eran de 240.000.000 anuales de las antiguas pesetas. Es decir, la nada desdeñable cifra de casi 1.500.000 de euros anuales sufragados a escote por las cuatro corporaciones. Lo que viene a suponer unos 370.000 euros al año en publicidad mediática para cada empresa, a pesar de que están siendo gestionadas en condiciones de casi monopolio y no tienen competencia alguna. ¿No os parece una tarta demasiado suculenta como para que alguno se ponga farruco?
Pues eso, que viva el periodismo independiente y veraz.