El plan en la empresa

EL PLAN, así dicho parece sencillo, pues hay que ver lo que nos cuesta, a mi el primero, y es el eje fundamental de toda empresa. Si no tenemos un plan, podemos ganar dinero, podemos tener oportunidades, podemos vivir bien, pero será de casualidad. La inmensa mayoría de las veces tenemos un plan pero no somos conscientes de ello.
En la empresa (y en la vida) debemos tener un plan de acción, un plan de trabajo. Si empezamos por el principio, no es el primer paso pero es imprescindible para poder continuar y mantener el control. Quizás lo primero para iniciar cualquier proyecto sea el ser consciente, conocer nuestras aptitudes, nuestros potenciales (otro día hablaremos de los potenciales) y nuestros recursos (medios de los que disponemos) y, evidentemente, tener un objetivo, una meta. Una vez conocemos estos puntos y en base a ello, hacemos un plan, el plan es muy sencillo y lo hacemos continuamente,   solo se trata de plantearse como conseguir algo de la forma más eficiente y eficaz posible. En la vida estamos continuamente haciendo planes, la diferencia es que normalmente no es necesaria eficiencia y en una empresa, si queremos prosperar es necesaria la eficiencia para lo cual se necesita:

• Tener un plan bien definido
• Tener ese plan por escrito y al alcance de todos los implicados
• Explicar el plan a los implicados
• Probar el plan antes de su puesta en práctica definitiva
• Detectar fallos y arreglarlos
• Ponerlo en marcha
• Repetirlo muchas veces para que cada vez salga mejor
• Control periódico: para ver si se realiza correctamente, si se producen los resultados esperados y ver si se puede mejorar y en donde.

Todo ello de la forma más sencilla posible (complicado es no tener un plan y conseguir el objetivo).
Un ejemplo sencillo (que es lo que buscamos, no hace falta complicarse) es lo que hace un cocinero:

• Potencial: Le gusta cocinar y quiere ser cada vez mejor cocinero
• Objetivo/Meta: Hacer un filete a la plancha.
• Recursos:

• Inmovilizado: vitrocerámica, extractor de humos, plato y sartén (previamente revisados y comprobados)
• Suministros: Electricidad
• Herramientas: Paleta
• Materia Prima/Consumibles: Filete, sal y aceite
• Plan: Receta de cocina para el filete
• Tener un plan bien definido: Eligen que recursos de los que disponen van a utilizar y como los van a utilizar, en que orden y cantidad (se puede copiar del líder, es bueno aunque en la escuela nos dijesen lo contrario, podemos utilizar una receta de otro cocinero ya contrastada, nos ahorrará mucho trabajo)
• Tener ese plan por escrito y al alcance de todos los implicados: Escriben la receta y la conocen los cocineros y los pinches (un día escuche en la televisión a un gran cocinero, con varias Estrellas Michelín decir que ellos siempre ajustaban exactamente las cantidades, siempre medían la cantidad de cualquier ingrediente, era la única forma de ofrecer el mismo producto y la misma calidad y satisfacción a todos sus clientes)
• Explicar el plan a los implicados: No basta con darle la receta al cocinero de turno por escrito, se la vamos a explicar para que nos pueda preguntar las dudas que surjan)
• Probar el plan antes de su puesta en práctica definitiva: evidentemente, ningún cocinero pone una comida a sus clientes si antes no tiene comprobado que está buena)
• Detectar fallos y arreglarlos: testamos si la prueba es correcta.
• Ponerlo en marcha, lo ponemos al alcance del cliente.
• Repetirlo muchas veces para que cada vez salga mejor: no hay más que decir.
• Control periódico para ver si se realiza correctamente, si se producen los resultados esperados y ver si se puede mejorar y en donde: preguntamos al cliente si le ha gustado y dónde podríamos mejorar.

Bien esto es un plan y la cuestión es que en la empresa debe haber muchos planes para cada actividad y áreas de la misma igual que un cocinero tiene un plan para cada plato de la carta.