El PLD, los principios y Venezuela.

El autor es periodista.

Por Luis Herasme5/8/2024

Cuando una organización política deja de abrazar principios o nunca los ha abrazado, su cotidianidad será la de dar vueltas y más vueltas en un laberinto sin encontrar la salida, porque no sabe hacia dónde irá ni qué hará con su masa amorfa.
En tales circunstancias, es común observar entre esa masa amorfa los más diversos criterios individuales y absurdos, las islas de poder de los caciques y en consecuencia regaños y pleitos permanentes, como si se tratase de varios partidos en uno.
No se trataría solo de unos estatutos en que los principios estén bien definidos, sino que la masa sea capaz de pensar, hablar y actuar como un solo espíritu en el cuerpo partidario.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), está entre esas organizaciones partidarias de masa amorfa, lo cual lo mantiene perdido en el laberinto, en contraposición a los principios plasmados aún en sus estatutos.
El PLD sigue sin reencontrarse con los principios revolucionarios de Juan Bosch, a pesar de los resultados de las elecciones presidenciales del 19 de mayo, en las que solo alcanzó algo más de un 10 por ciento de los votos.
Su posición respecto a las elecciones de Venezuela, llamando a respetar la voluntad popular expresada en las urnas, con parcialidad clara a favor de la oposición, es la más reciente prueba de que esa organización ha claudicado.
Por eso no debe sorprender que el miembro del Comité Político, Francisco Javier García, haya dicho, en complacencia con el gobierno de Luis Abinader, que "la ruptura de las relaciones diplomáticas con Venezuela, por defender la democracia, honra a República Dominicana".
Luis De León, miembro del Comité Central del PLD, no podía pasar por alto, como en efecto, la postura de extrema derecha de su partido, y la calificó como "una negación" a Juan Bosch, porque según él "el PLD es un partido de centro izquierda".
"Esta es una posición política acomodada de sectores de derecha dentro del PLD", dijo De León, resaltando que Nicolás Maduro ganó limpiamente las elecciones venezolanas. Lamentó que el Comité Político de su Partido haya tenido una posición divorciada a los principios bochistas .
Tiene mucha razón, Luis De León. El PLD está como un enfermo que recibió un golpe contundente en la cabeza que le quitó la memoria histórica y le impide recordar que el líder fundador, el profesor Juan Bosch, fue también victima de un golpe de Estado el 25 de septiembre de 1963, por hostigamiento del mismo imperio, la oligarquía y la extrema derecha.
Peor aún, ha perdido la memoria de acontecimientos más recientes. Olvida que las dos últimas elecciones, la del 18 de febrero y la del 19 de mayo, 2024, en República Dominicana, fueron antecedidas por los métodos más antidemocráticos y aberrantes de captación de votos desde el poder político. Hasta en "mazoquista" se ha convertido el desmemoriado.
En cuanto a Venezuela, olvida el PLD que es una de las naciones con uno de los sistemas electorales más robustos y transparentes del mundo, que todos los procesos eleccionarios han sido limpios, que allí la clase gobernante no roba el dinero del pueblo y que el enfrentamiento no es "por democracia", sino por las principales riquezas que corresponden al pueblo y que están en manos del pueblo, bajo la administración de un gobierno que, como el de Bosch, en 1963, no se arrodilló ante las presiones del imperio de Estados Unidos y la extrema derecha.
El PLD se acomodó al sistema y se convirtió en preso voluntario del sistema, desde su primer gobierno ampliamente neoliberal, que inició en el año 1996.En lugar de rescatar y revolucionar las empresas públicas, las arrendó al sector privado nacional y extranjero, para lo cual promulgó Ley 141/97 sobre "Reforma y Modernización de la Empresa Pública. Desde entonces, el PLD no ha dejado de dar vueltas en su su laberinto, porque en esa organización no existe coherencia unitaria ni visión de conjunto ni homogeneidad de ideales.
Cuando no hay principios no hay un horizonte que construir; solo una masa amorfa, sin cimientos, una masa sin zapata que imposibilita alcanzar la emancipación y una democracia del pueblo. 

Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana. Contacto: herasmeinteractivo@gmail.com