(…) buscar y retener el poder suele desplazar la defensa de valores y principios, y hasta el sentido común.
(…) cuando de poder se trata, las palabras no importan; importan los cañones, los recursos o, como en este caso, el porcentaje de los votos que se tiene. El resto es ruido, retórica y distracción.
Moisés Naím