Y con ello, posiblemente de una forma inadvertida, porque es muy difícil de medir, estén contribuyendo de forma muy positiva a la creatividad y la innovación en el mundo.
¿Por qué?
Porque el intercambio de ideas, su debate, discusión y análisis es el motor que hace que nazcan nuevas ideas y planteamientos, ideas que, si son buenas y son impulsadas por personas o equipos con constancia y visión, pueden traducirse en innovaciones, en avances y realizaciones tangibles.
Cuando Chris Anderson, líder de TED, en las primeras líneas de su libro 'TED Talks. The official TED guide to public speaking', reflexiona sobre el poder de las ideas nos dice:
Every meaningful element of human progress has happened only because humans have shared ideas with each other and then collaborated to turn those ideas into reality.
Intercambio de ideas por un lado y colaboración en la consecución de unos fines por otro. Esas parecen ser las recetas para la innovación.
Precisamente en una TED Talk realizada en TED Global 2010, Steven Johnson, en su charla titulada 'Where good ideas come from' explica cómo las grandes ideas no surgen aisladamente sino que nacen de la interacción y suelen tener un cierto, a veces largo, periodo de incubación.
Así que, para ser creativos, hay que tener ideas y compartir y de ahí nacerán nuevas ideas. Y luego, hay que ser capaces de llevarlas a cabo, de innovar, y para ello una herramienta poderosa es la colaboración.
Ya tenemos la receta. Ahora, a los fogones...