Cualquier cambio que hagas siempre costará un poco, ya que una vez adquirido un hábito o una conducta determinada, el modificarla por otra lleva bastante tiempo de adaptación.
El pasado fin de semana tuve nuevamente la experiencia de mudarme a otra vivienda, la verdad que tengo varias sobre mi espalda pero debo decir que me ha costado mucho el comenzar a adaptarme al nuevo sitio y sobre todo al desorden que habrá durante semanas.
Las primeras semanas ya sabemos que todo es un caos, necesitas un calcetín y justo la caja que lo contiene es la última de una pila de cinco, con lo cual el hecho de pensar todo lo que se debe hacer para llegar al mismo, te quita las ganas de ponértelo.
Pues con cualquier cambio o emprendimiento que quieres hacer en tu vida pasa lo mismo, es decir, cuando tienes ciertos hábitos o conductas, el someterlos a desprogramarlos para reemplazarlos por nuevos, es como hacer una mudanza.
Por eso es tan importante convertir acciones en hábitos saludables, porque estos te permitirán lograr objetivos y metas, la dificultad está en ser constantes y pacientes para adquirir esos nuevos programas en nuestra mente.
Ya sabes que cuando te mudas, la paciencia es fundamental porque en la mayoría de las veces, hasta tener tu vivienda como la tienes pensada, lleva tiempo, ya que una vez quitado todo el contenido de las cajas y acomodadas las cosas, con el paso del tiempo se van cambiando de sitio, hasta encontrar el lugar justo.
Pero claro todo esto de decir hay que tener paciencia, suena muy bien pero ¿cómo lo ponemos en práctica cuando no tenemos ejercitado el hábito de ser pacientes y tolerantes a la hora de enfrentar ciertas situaciones que requieren mucho de estos dos elementos.
La mejor forma de responder a esto, es aprender a conectarse con el beneficio a obtener, es decir, visualizarte en la situación deseada, intentando sentir disfrute y alegría por el logro.
También es importante que te preguntes a ti mismo, en los momentos que comienzan las dudas, inseguridad, miedos, incomodidad, “¿qué razones o causas te han llevado a realizar ese paso o cambio?”. Porque la respuesta a esto es el beneficio que estás buscando o persiguiendo y conectarte a él, proporciona mucha fuerza, energía y motivación.
En mi caso, cuando veo el desorden que hay en el nuevo sitio donde vivo y mis saboteadores comienzan a enviarme mensajes de todo tipo para crear inseguridades, tensiones, ansiedades, simplemente les respondo con las razones por las que me he mudado y pongo en mi mente la imagen de como me veré en el mediano plazo en el nuevo hogar. Y esto a mí me tranquiliza mucho y al mismo tiempo debilita enormemente a mis saboteadores.
Y esto es un gran ejercicio con cualquier cambio que realices, por más pequeño que sea, ya que los saboteadores internos, buscarán por todos los medios crearte inestabilidad para abandones el camino o te arrepientas una vez hecho el primer paso.
Cuando hagas algo diferente o distinto a lo habitual, siempre aparecerán obstáculos y ciertos miedos, pero ante esto lo mejor es detectar a tu saboteador y luego enfrentarlo con dos herramientas poderosas, una es repetir en voz alta (las veces que sea necesario) las razones que te llevaron al cambio y la otra es visualizarte como estarás una vez logrado el objetivo deseado.