Los científicos Stepehen Pratt de la Universidad del Estado de Arizona, y Susan C. Edwars del departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princenton, han realizado una investigación sobre la capacidad de abolir decisiones irracionales de las hormigas. Sus resultados fueron presentados en el artículo Rationality in collective decision-making by ant colonies publicado en Proceedings of the Royal Society B.
Los experimentos realizados por el equipo de Pratt, se han llevado a cabo con las hormigas Temnothorax. Según parece, las colonias de las hormigas Temnothorax son capaces de abolir decisiones irracionales porque los individuos son ignorantes, caso que no sucede en otras especies como en la humana. Por ejemplo, cuando tenemos que decidir entre dos opciones igualmente válidas es de esperar que en promedio la decisión entre A y B sea del 50% y eso es lo que ocurre, pero si se introduce una nueva opción, llamemosla C, la cual es peor que cualquiera de las otras dos, el mero hecho de introducir esta nueva opción influye en el proceso de tomar la decisión y los resultados no se repiten, se favorece una opción de las anteriores sobre la otra, por ejemplo, la A sobre la B.
Para comprobar si esto también pasaba en el caso de las hormigas, el equipo de Pratt diseñó unos experimentos en los que se preparaban dos hormigueros cuyas características eran contrapuestas. El hormiguero A era oscuro pero con una gran entrada y el B era luminoso pero con una pequeña entrada, en este caso no se encontró diferencia entre el número de colonias que eligieron A o B. Seguidamente, prepararon un nuevo hormiguero que era claramente peor que las opciones anteriores, el resultado es que en general las colonias se siguieron repartiendo equitativamente entre las opciones A y B. Cuando una hormiga sale en busca de un nueva cavidad que pueda servir como hormiguero, y encuentra una que le vale, lo que hace es llevar a otra hormiga hasta el mismo, de tal manera que el número de hormigas que se desplazan a la nueva cavidad va creciendo hasta que se alcanza un determinado umbral de disparo, momento en el cual las hormigas regresan a su antiguo hormiguero para traer a la reina y las larvas, desplazando así toda la colonia.
El comportamiento de estas hormigas es sorprendente, primero la colonia parece abolir las decisiones irracionales, que según Stephen Pratt, es debido a que cada hormiga no evalúa todas las opciones antes de tomar una decisión. Y por otro lado, ¿cómo conduce una hormiga a otras hasta el nuevo hormiguero? A este respecto ya se encontró que las hormigas Temnothorax son capaces de enseñarse unas a otras. Al menos son capaces de enseñar cómo ir desde el hormiguero hasta donde se encuentra la comida. En el año 2006 Nigel R. Franks y Tom Richardson del colegio de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol, presentaron en la revista Nature los resultados de su estudio sobre las técnicas de enseñanza en las hormigas Temnothorax.
Dichas hormigas se desplazaban en tándem, delante va el “maestro” y detrás el “aprendiz”. Para comprobar que realmente había un aprendizaje había que demostrar que había una interacción entre ambas hormigas y que dicha interacción modificaba su comportamiento. Se observó que la aceleración y deceleración del tándem varía de acuerdo a la intensidad de los estímulos que se realizaban una a la otra. Dichos estímulos consisten en que el “profesor” del tándem reciba golpecitos en sus patas y abdomen con las antenas de la hormiga que le sigue, si la frecuencia de golpecitos disminuye entonces la hormiga “profesor” disminuye su velocidad de desplazamiento y el “aprendiz” acelera la suya. Durante el proceso de guiado, el tándem se detenía varias veces, en dichas paradas la hormiga “aprendiz” daba vueltas alrededor para encontrar marcas distintivas que le permitan familiarizarse con el terreno.
Por otro lado, también se consiguió medir que la hormiga “alumno” encontraba la comida mucho más rápido cuando iba en configuración de tándem que cuando la buscaba sola sin haber sido ayudada previamente por una hormiga “maestro”. Después de este proceso, se observó que la hormiga “aprendiz” cuando salía sola en busca de comida no repetía el camino que había seguido con el “maestro”, sino que su movimiento era más rápido y lineal hacia la comida. Debido al ejemplo del “maestro”, la hormiga “aprendiz” adquirió un conocimiento general de los alrededores del hormiguero.
Las hormigas Termothorax no sólo tienen la capacidad enseñarse unas a otras sino que además las colonias de las mismas pueden abolir el tomar decisiones irracionales. El estudio de los insectos sociales puede abrir puertas para la compresión de qué factores han favorecido la aparición del proceso de enseñanza y toma de decisiones a lo largo de la evolución.
Ismael Pérez Fernández.
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