Revista Espiritualidad
“Érase una vez tres gusanos de seda que ignoraban su futuro como mariposas. Susnombres eran: Pesimista, Realista e Idealista. Se les acercaba la hora de su transformación y empezaron a sentir los primeros síntomas....
Su voraz apetito fue desapareciendo, su movilidad menguaba a gran velocidad y, finalmente, sintieron como el capullo les aislaba del mundo conocido, de la seguridad de lo cotidiano. En la oscuridad del misterio de su futuro, tuvieron pensamientos distintos: Pesimista se dijo a sí mismo que estaba viviendo el final de su vida, y en lo más profundo de su sentir, se despidió de los buenos momentos. Realista se dio ánimos diciéndose que todo aquello sería momentáneo y que, tarde o temprano, todo volvería a la normalidad. Idealista sintió que, aquello que le estaba ocurriendo, podría ser la oportunidad para que se cumpliese su sueño más preciado: poder volar. Y aprovechó la oscuridad para perfeccionar sus sueños. Cuando los tres capullos se abrieron, dejaron ver tres realidades iguales y distintas, a la vez...Pesimista era una bellísima mariposa, pero.... estaba muerta... había muerto de miedo. Realista era una hermosísima mariposa, pero.... a pesar de ello, empezó a arrastrarse como cuando era gusano. Con satisfacción, dio las gracias al cielo por haber podido seguir igual. Idealista, nada más ver la luz del día, buscó sus alas... y al verlas su corazón rezumó alegría, emprendió el vuelo y dio las gracias, repartiendo su dicha por todo el bosque.” Fragmento del libro "Veintitrés maestros, de corazón -un salto cuántico en la enseñanza-"