Los datos de la evolución de ocupados y cotizantes a la seguridad social sumando todos los regímenes de cotización existentes de la misma correspondientes al año 2010 no dejan de ser sorprendentes, en aquellas fechas había una población ocupada de 17,4 millones de personas, pero sólo había 13,4 millones de cotizantes. Es decir que en 2010 había una población ocupada de la que 4 millones de personas no cotizaban por ningún régimen de la seguridad social pero constaban como ocupadas.
Cuatro millones son muchos para no aportar misteriosamente nada a la caja única de la seguridad social existente en España. En 2013 suponen la enorme cifra de 40.000 millones de euros al año no cotizados por parte de un porcentaje significativo de población ocupada. Al comenzar el año la población ocupada era de 16,15 millones de personas. Eso es 1,2 millones menos que en 2010. Pero la reducción no se puede haber producido entre los 4 millones que no cotizan a la seguridad social y si se recorta de los que cotizaban la cifra se quedaría en 12,2 millones de ocupados. Un tercio más son ocupados que no cotizan.
Pero antes de lanzarse a hacer cálculos sobre la economía sumergida es necesario saber el total de población ocupada que no cotiza por pertenecer a algún régimen diferente al del resto de la población. Por ejemplo los directivos destinados en España por multinacionales de otros países que conservan su propio sistema de seguridad social. Un alemán, un norteamericano o un francés destinado a España puede que siga dentro de la seguridad social de su país y no se pase a la española si va a volver al de origen o ser destinado a otro distinto. Seguro que en España no hay cuatro millones de ocupados que sean extranjeros empleados de multinacionales destinados en España, se notaría mucho en el mercado laboral.
Y seguro también que hay una manera de averiguar de dónde salen 4 millones de ocupados no cotizantes en España por los que el empleador deja de aportar 40.000 millones de euros al año de cotizaciones obligatorias. Que el Ministerio de Trabajo se vuelque con todas sus fuerzas en encontrar trabajadores en paro que estén cobrando de la economía sumergida y encuentre al cabo de seis meses a 4.000 personas en todo el territorio, indica que los cuatro millones de ocupados no cotizantes tampoco están en ese sector, porque serían demasiado visibles siendo tantos millones.
Pero lo cierto es que todo el que esté ocupado está obligado a pagar de su bolsillo o a través del empleador las cotizaciones obligatorias a la seguridad social, que en número redondos es una media de 10.000 euros al año por trabajador por cuenta ajena, porque los no cotizantes no puede ser trabajadores por cuenta propia pues cotizarían por tal régimen, ni por cuenta ajena, ni agricultores o pescadores, ni de la minería ni personal empleado del hogar, que son la totalidad de los regímenes de seguridad social que cotizan a la llamada caja única.
En todo caso si algunos clamaban en 2010 que había cinco millones de parados, sumándoles los 1,2 que ya no cotizaban a la seguridad social en 2013 salen 6,2 millones de parados, cifra mágica que se ajusta a las fechas como un guante. Lo que nos indica que entre los 4 millones de no cotizantes el desempleo no ha aumentado entre 2010 y 2013. Y que siguen faltando 40.000 millones de euros al año procedentes de este colectivo que no se ingresan en la caja única de la seguridad social como sería lógico. Que nos lo expliquen.