“Me ha dejado mi novia”, “He suspendido un examen”, “No encuentro trabajo”, “Tengo miedo de conocer gente nueva”, “Me ha salido un grano enorme en mitad de la frente”, “Marta no me llama”….
Cómo veis, hay muchísimas cosas por las que preocuparse, pero para estos casos hay un dicho que me encanta: “Si algo tiene solución ¿Para qué preocuparse?. Si algo no tiene solución ¿Para qué preocuparse?.”
A lo largo del día tenemos muchos hábitos (o eso espero), como lavarnos los dientes, ducharnos, lavarnos la cara, echarnos crema, peinarnos, desayunar algo sano y equilibrado… Sonreír deber ser uno de esos hábitos porque es muy saludable. De hecho ayer fue un día que me levanté con un montón de dudas en la cabeza, demasiado estrés por todo el día que me quedaba por delante, no sabía como me enfrentaría a ello, pero no pasó nada, para estos casos siempre tengo una salida de emergencia. Busqué un sitio cómodo en mi casa en el que pudiera establecerme y tener un poco de tranquilidad. Respiré hondo. Esbocé una gran sonrisa durante un minuto aproximadamente. ¡Eureka! Seguí teniendo multitud de cosas que hacer en lo que me quedaba de día pero mi actitud resultó ser mucho mas positiva respecto a todo lo que me esperaba, de hecho, ¡QUERÍA HACERLO! ¡SABÍA QUE ERA DE ELLO! Y lo más importante ¡NO ESTABA PREOCUPADO POR LO QUE ME DEPARABA MI DÍA!
Lo importante no es los problemas que tengas, si no CÓMO te enfrentas a ellos.
¿Sabéis que con sólo una sonrisa podemos cambiar la percepción de lo que nos rodea? Y es que estamos tan ocupados diariamente que no tenemos ni tiempo para sonreír, o eso queremos pensar.
¿Por qué sonreír?
¿Sabíais que cuando sonreímos activamos determinados músculos de la cara que están involucrados en la liberación de endorfinas? Para el que no lo sepa, las endorfinas son hormonas que están relacionadas con el placer, el bienestar personal y la mitigación del dolor, por lo que eso hace que nos sintamos mejor física y emocionalmente.
Se han llevado a cabo estudios que han llegado a la conclusión de que no sonreír en la juventud puede acarrear en el futuro una posibilidad mayor de no tener éxito. En la revista Lifescience salió una publicación en la que los niños que no tenían el hábito de sonreir en sus niñez tenían 5 veces mas de probabilidades de divorciarse en el futuro.
Irene Tracey, neurocientífica de la cognición de la universidad de Oxford, observó que las expectativas, tanto las positivas como las negativas influyen en la eficacia de los fármacos y en los resultados que publicaron el 16 de Febrero de 2011 en Science Translational Medicine, concluyeron que la actitud positiva aumenta la eficacia el fármaco, mientras que la actitud negativa provoca una reacción contraria.
Si estas razones no te han parecido suficientes, decirte que cuando tomes la decisión de no sonreír porque no estás atravesando un buen momento, estás preocupado o simplemente porque no quieres, piensa que existen personas que se encuentran en condiciones mucho peor que tú y que diariamente se levantan con una sonrisa por tener un día mas de vida.
¿Cuando sonreír?
¡Cualquier momento es bueno para llevar a cabo esta acción!. Cuando te subas al autobús sonríe al conductor, cuando vayas a comprar el pan sonríe a esa panadera tan simpática, cuando estés esperando al metro sonríe a esa chica tan linda que está todavía medio dormida…. Hay miles de ejemplos y situaciones para sonreír. Y en todos ellos, sonreír será un gran acierto.
La sonrisa es algo que vale mucho y que no cuesta nada, es algo que enriquece a quien la recibe pero sin empobrecer a quien la da y aunque la sonrisa dure escasos segundos, el que la recibe se siente mucho mejor y difícilmente la olvidará. Uno debe acostumbrarse a sonreír aunque esté triste, pues aunque sea triste la sonrisa, más triste es no sonreír.
“Si crees que tu sonrisa no vale nada, regálala, porque nadie tiene más necesidad de una sonrisa como quien no sabe sonreír.”
Resulta que cuando nacemos tenemos la habilidad innata de sonreír. Los niños ciegos recién nacidos son capaces de sonreír por lo que podemos concluir que es algo innato, algo que no se aprende sino algo con lo que se nace de serie, pero parece que lo que estamos aprendiendo es a olvidar a sonreír. Y esa es una virtud que no se debería perder ya que es lo que nos impulsa para seguir viviendo y disfrutando de esta maravillosa vida que siempre sabe como sorprendernos.
La sonrisa es la luz de nuestro rostro, ya que nos va a abrir muchas puertas, nos va a permitir conectar mejor con una persona, vamos a causar una mejor impresión y la gente va a mostrar mas predisposición a la hora de relacionarse con nosotros. Sonreír con frecuencia te cambiará la vida, mejorará la calidad de tu sistema inmunológico , mejorará tu estado anímico y tu carisma. La sonrisa es la llave maestra para las cerraduras oxidadas.
Y te pregunto…¿Sigues sin ganas de querer sonreir?
Para terminar, nos despedimos con una viñeta de Mafalda:
Un fuerte abrazo y nunca olvidéis lo importante que es sonreir y mantener una actitud positiva. Para el próximo post: “Cómo saber si está fingiendo una sonrisa”.
¡Nos leemos!
BRYANT
Es biólogo y actualmente trabaja en un centro de psicología cognitiva debido a su pasión
por el tema de la mente, el cerebro y formas para desarrollarnos y ser mas eficientes.