El control y la gestión de las emociones supone un aspecto fundamental para lograr literalmente cualquier logro en nuestras vidas. Sabiendo utilizarlas de manera eficaz y consistente podemos crear grandes resultados. Etimológicamente, el término emoción proviene del latín emotio que significa “movimiento o impulso”, “aquello que nos mueve hacia”. Esto quiere decir, que las emociones propician conductas, acciones y visiones determinadas de la realidad en virtud de la perspectiva resultante que tenemos de ellas. Ya he comentado en alguna oportunidad, que el significado que le damos a las emociones proceden de diversos filtros prestablecidos o adquiridos a lo largo de nuestra vida; las creencias, las tradiciones, la familia, el ambiente. Todo esto influye de manera determinante en el significado que damos a las emociones, y por tanto, en potencial que podemos desarrollar con el uso de ellas.
Quiero proponerles seis emociones, las cuales nos pueden conferir un gran poder si las utilizamos de manera consciente y capacitadora. Se trata de reconducir nuestro enfoque y darnos cuenta que la emoción no la produce la circunstancia que sucede en el exterior, sino nuestro enfoque y significado que realizamos en nuestro interior y que a la postre producirá o no los objetivos que buscamos.
1. Amor
La expresión de amor parece capaz por sí sola, de erradicar cualquier otra emoción negativa con la que entre en contacto. Toda comunicación es una respuesta de amor, o una llamada al auxilio. Si alguien se acerca a nosotros en un estado herido o enfadado, y respondemos contundentemente pero con amor y una actitud cálida, el estado de ánimo de esa persona terminará por cambiar y su intensidad desaparecerá.
2. Excitación y pasión
Estas dos emociones pueden sacarle partido casi a cualquier cosa. La pasión puede transformar cualquier desafío en una tremenda oportunidad; constituye un poder desbocado por mover nuestras vidas hacia adelante, a un ritmo más rápido que antes. Para servirnos de esta emoción debemos utilizar correctamente nuestra fisiología: hablar con mayor rapidez y vigor, visualizar imágenes potentes y capacitadoras… No nos limitemos a permanecer sentados y a pensar. Es difícil sentirse con pasión si respiramos de manera superficial y “arrastramos” las palabras al hablar.
3. Determinación
Si queremos crear algo duradero y valioso en este mundo debemos experimentar la determinación. Esta emoción nos ayuda a afrontar con garantías las perturbaciones, los desafíos y las desilusiones. La determinación significa la diferencia entre quedarse empantanado y sentirse alcanzado por el poder del compromiso. Actuar con determinación significa tomar una decisión congruente y comprometida mediante la cual se renuncia a cualquier otra posibilidad.
4. Confianza en sí mismo
La confianza imperturbable en nosotros mismos es la sensación de certidumbre que todos deseamos. La única forma de experimentar confianza de forma consistente es a través del poder de la fe. Imaginémonos y sintámonos seguros acerca de las emociones que nos merecemos tener ahora, en lugar de esperar a que surjan espontáneamente algún día, en un futuro distante. Cuando tenemos confianza en nosotros mismos, estamos dispuestos a experimentar, a situarnos en primera línea. Lo contrario a esto es el temor, esta emoción nos inmoviliza e inhabilita la acción. La habilidad para actuar con fe es lo que permite progresar a la raza humana.
5. Alegría
La alegría tiene el poder de eliminar los sentimientos de temor, de frustación, de desilusión y otras emociones parecidas. Habremos alcanzado la alegría el día en que nos demos cuenta de que las cosas no mejorarán más que sintiéndose alegre, al margen de lo que suceda alrededor. Sentirnos alegres no significa mirar el mundo a través de unos cristales de color de rosa; sentirse alegre significa que somos increíblemente inteligentes, porque sabemos que si vivimos la vida en un estado de placer en el que transmitimos alegría a quienes nos rodean, podremos crear el impacto adecuado de afrontar cualquier desafío. Cultivemos la alegría de manera decidida, los beneficios son enormes.
6. Contribución
Esta emoción constituye una de las más enriquecedoras que existan. La sensación que se deriva de contribuir y dar a los demás francamente no tiene precio. Ocuparse incondicionalmente de los demás y actuar en beneficio de ellos produce una verdadera riqueza y aprendizaje interior en el que conectamos de manera genuina con lo que somos.
Todas estas emociones son de gran valía para el ser humano. Debemos practicarlas asiduamente y enseñar a utilizarlas de la manera más provechosa posible a la gente de nuestro alrededor. La vida que se genera a través del uso coherente de estas emociones produce que pasemos a un nivel de dicha y de realización jamás conocido. Conectemos con esta realidad y busquemos llevar nuestras vidas al siguiente nivel.
¡Que tengáis una gran tarde!
Os adjunto un seminario de Tony Robbins en el que habla del poder la emoción y sus derivaciones.
” Si pudieras amar lo suficiente podrías convertirte en la persona más poderosa del mundo” (Emmet Fox)