por Laura Ibañez
Estamos viviendo una época inundados de información y ocupaciones, sobrecargados de cosas para ver y leer. Estresados con las extraordinarias exigencias de nuestra vida.
Para mucha gente, el trabajo es un torrente incesante de correos, noticias, solicitudes, llamadas telefónicas y mensajes instantáneos, etc, etc. Estamos saturados de información y no tenemos idea de como disminuir su flujo.Todo esto es estresante e ineficiente. Y además, no es la forma en que queremos vivir.La solución radica en ponerle límites a la cantidad de cosas que consumimos y hacemos Radica en aprovechar al máximo el tiempo enfocándonos en las cosas más importantes en lugar de enfocarnos en todo.Todo se reduce a hacer elecciones.Hay que creer en la simplicidad. La vida es mejor si se simplifica, cuando se reduce el bullicio y se puede de disfrutar de las cosas agradables.La simplicidad se reduce en dos pasos:1- Identificar lo esencial.2- Eliminar el resto.Enumero los seis principios de la productividad simplificada. Ellos son:1- Establecer limitaciones.2- Elegir lo esencial.3- Simplificar.4- Enfocarse5- Formar hábitos.6- Empezar en pequeño.Yo pienso que el principio número seis es el más importante, porque si en todos los demás principios empezamos en pequeño, formamos el hábito y todo es más simple. Pero vivimos en un mundo en el que más es mejor. Sin embargo, en algún momento, nos topamos con un límite. Podemos hacer o consumir solo hasta cierto punto. Muchas personas ven estos límites como problemas, mientras que otras los ven como reto.El problema de intentar aumentar constantemente el volumen es que no siempre se obtienen los mejores resultados.Muchas veces hacemos muchas cosas, volúmenes más grandes, pero de poco contenido y a corto plazo.El poder de lo simple consiste en enfocarse, hacer menos, pero con mejores contenidos. De esta manera logramos mayor repercusión en lo que hacemos y logramos resultados que se mantienen en el tiempo. Fuente: El poder de lo simple de L. Babauta