Qué
cantidad de errores evitaríamos en nuestra vida si tuviésemos más desarrollada
nuestra capacidad de observación. Cuántas preguntas obvias nos ahorraríamos y
cuántas meteduras de pata evitaríamos.
Los perros
están continuamente observando y evaluando el entorno y lo que en él se
produce. Así asimilan información y dan respuestas atendiendo a esa
información. En esta actitud se encuentra la explicación que se podría dar a
muchos dueños de perros que se maravillan de cómo el listo de su can sabía,
antes de que nadie le dijera nada, lo que se esperaba de él, o de cómo se dió
cuenta de algo que había pasado desapercibido a los miembros de la familia, que
estaban enfrascados en sus propios pensamientos o en una conversación.
Pues bien,
si mejoramos nuestra capacidad de observación respecto de nuestro perro,
sabremos leerle y conocer cómo está, que está transmitiendo, cuándo se ha
cansado, dónde está su límite, cómo va a reaccionar una vez ha hecho un gesto
que conocemos, si está tenso, qué costumbres tiene, qué le incomoda…..¡toda esa
información es valiosísima!. Los perros no hablan. Con sus poses, su cola, sus
ojos, sus orejas, su cuerpo en general, están continuamente transmitiendo
información. Depende de nosotros recogerla, analizarla y tener conocimiento de
su significado. Todo esto es de radical importancia en el adiestramiento y en
la vinculación con un perro.
Podemos
mejorar mucho. ¿habéis hecho la prueba de grabar unos minutos cómo actúa el
perro cuando se acerca alguien?¿o cómo se relaciona con otros perros?¿o cómo se
desenvuelve en el entorno? Cuando vemos esa grabación por primera vez nos damos
cuenta de algunos gestos, algunos comportamientos….pero si la vemos varias
veces caemos en la cuenta de la existencia de una infinidad de matices muy
enriquecedores que completan el cuadro…..