Revista Deportes
En estos días en los que en todos los medios de comunicación predomina la noticia del varapalo que el Manchester ha endosado al Madrid de Florentino no me queda otra que acordarme de hace diez años y darme cuenta lo que hace el dinero y la necesidad de capital.
Hace exactamente eso, diez añitos, el Madrid aguantó hasta última hora para arrebatarnos a una de nuestras perlas en aquel momento, Sergio Ramos. Cierto es que el canterano "madridista" estaba loco por asentarse en la ciudad de los catetos refinados y que nuestro Sevilla, falto de liquidez económica, estaba en pleno proceso de reestructuración, intentando salir de una crisis que a punto estuvo de hacernos desaparecer. Por todo esto, estaba claro que la venta del camero se iba a producir sí o sí.
Y, es ahora cuando más me doy cuenta que los hay con más huevos que el Madrid. Entiendo que Florentino, fuera de nuestras fronteras, no es nadie, es uno más de los mangantes que hay en el fútbol, a quien también se le puede burrear como hace él con los pobres de su Liga.
El Manchester tenía claro desde un principio que no quería soltar a De Gea, quizás no ya por necesidad de un portero sino por la cabezonería de que un futbolista de su plantilla se plante en plan pesetero (como el camero hace diez años), gritando a boca llena sus deseos de recalar en el Madrid, equipo, al que por otra parte, ya se encargó en su etapa de Atco. de poner como los trapos y jurar y perjurar que jamás jugaría en Chamartín como local.
Pues bien, teniendo las cosas claras los ingleses, muy claras empezando por su entrenador Van Gaal que sienta en la grada al pesetero desde el mismo momento en el que pierde el compromiso con el Manchester, los ingleses apuran hasta el último instante para dar en la boca a Florentino y todo el madridismo, haciendo feliz de paso a muchos españoles y recordar al De Gea que, posiblemente, juegue el resto de la temporada al parchís desde la grada, como debe ser.
Como debió ser hace diez años si nuestro Sevilla hubiera gozado de un estado de salud sano y sin miedos. Aquella temporada, Sergio Ramos, nuestro pesetero debió sentarse en la grada pero pagando incluso su carnet de socio.
No pudimos actuar así, desgraciadamente. Es por eso que nos queda el consuelo tonto de ver como se la "meten doblá" a Florentino, al Madrid, a los madridistas y a todos los catetos culpables de que estos prepotentes tengan un lugar privilegiado en todos los medios de comunicación.
Yo, me alegro un montón.