Revista Comunicación

El poder del live stream o el directo en la política

Publicado el 27 enero 2022 por Ramón Ramón Ramón @ramonramon

¿Se puede hacer una campaña electoral sin pisar el territorio de la contienda? Sí, y en este post os contamos un par de ejemplos contundentes.

Las redes sociales, sin ninguna duda y con muchas pruebas que evidencian esta afirmación, han ganado un protagonismo de proporciones gigantescas esta última década. Son parte de la vida diaria de todos: ciudadanos, superestrellas y por supuesto, políticos.

Las redes sociales no solo transforman las formas de comunicación, también pueden redistribuir el poder. ¿Cómo? Pues de una forma muy sencilla: cambiando la relación entre los gobiernos y los ciudadanos, pues las redes le dan a estos últimos una oportunidad de participación política al distribuir información, intercambiar opiniones y democratizarlas, pues las redes permiten tener poder para contender contra los acontecimientos sociales injustos y vigilar el comportamiento de los gobiernos.

Es lo que el profesor Castells denomina autocomunicación de masas, concepto descrito en su imprescindible 'Comunicación y Poder'.

Los políticos no han sido lentos en entender el poder de esta herramienta. En este post nos fijamos en una en particular: el live streaming o las emisiones en directo.

La tecnología de transmisión en directo existe desde la década de 1990, pero la explosión de internet y las redes sociales la ha propagado a todos los rincones del mundo, acercando a la gente a un amplio espectro de experiencias. Ha impulsado una mayor sensación de inmediatez que no se encuentra en la antigua televisión, a veces, con implicaciones angustiosas y confusas.

En el pasado, la única forma de poder observar eventos y noticias políticas en vivo era mediante canales de televisión (lo cual no era demasiado práctico, tomando en cuenta que no se puede tener televisores "a la mano" ni decidir qué hechos se retransmiten). Hoy en día, el nuevo vehículo para la comunicación de los políticos es el live stream. Solamente durante el 2018, en Estados Unidos hubo un incremento de 217% en noticias en vivo durante el midterm election gracias a esta herramienta, que está siendo utilizada especialmente para llegarle a una audiencia de votantes más jóvenes.

Ahora pueden observar incluso debates presidenciales, propuestas legislativas y reuniones locales de gobierno mediante live streaming de municipalidades y gobiernos. Una herramienta de más bajo costo que la televisión por cable y que incrementa la participación ciudadana.

El 82% de los espectadores prefieren un live stream que ver posts de redes sociales. Otra encuesta demuestra que el 80% de las personas prefieren ver videos en vivo antes que leer un blog. Para todos los involucrados en política, es un parámetro muy fácil de entender y de seguir.

Con el live stream, las declaraciones de campaña, las promesas y los ataques pueden corroborarse o refutarse en tiempo real. Las meteduras de pata y los errores pueden ser inmortalizados a través de un vídeo en línea (algo que puede dar miedo si eres un político, pero que ayuda a promover un diálogo abierto y justo). En resumen, puedes transmitir en directo entrevistas, discursos, comunicados de prensa, comentarios y actos de campaña a una audiencia masiva.

En este artículo, hablaremos de dos ejemplos concretos.

El primero, el programa de live stream de Franco Parisi, 'Bad boys'. Parisi es un político chileno que hizo campaña para las presidenciales sin poner un pie en el país. Lo hizo desde Estados Unidos, donde reside actualmente, y mucho se comentó sobre su importante influencia en las elecciones con los candidatos Kast y Boric; pues Parisi quedó de tercero en la primera vuelta, y su programa podría influenciar a los votantes a tomar la decisión final en la segunda vuelta.

Este candidato creó su propio partido político, El partido de la gente, que obtuvo seis escaños en la Cámara de Diputados. Una fuerza no muy grande, pero que sí resulta bastante determinante.

El hecho de haber obtenido casi un 13% de los votos en la primera vuelta, teniendo en cuenta que Boric había logrado un 25% dice mucho sobre el poder que puede tener los programas y transmisiones en vivo a la hora de captar votos y seguidores jóvenes para los partidos políticos.

Por otro lado, tenemos lo ocurrido con James Comey, aquel director del FBI que fue despedido por el entonces presidente Donald Trump. En el 2017, muchos estadounidenses estuvieron conectados por tres horas a ese absorbente espectáculo que fue James Comey.

Uno de los principales funcionarios policiales del país estaba a punto de divulgar información perjudicial sobre un presidente acusado de tratar de influir en una investigación federal sobre los vínculos de su campaña con un gobierno extranjero, y la gente no se lo iba a perder.

Los consumidores de noticias estarían observando junto a los reporteros, en lugar de esperar a que un puñado de organizaciones de noticias nacionales publicaran primicias de gran alcance. Una transmisión en directo ofrecía al público un espacio sin editar, sin filtrar y sin interrupciones, una gota de transparencia en un mar de tuits y

Comey's Testimony Was Ratings Gold, Even at 10 A.M. (Published 2017)

El dato que marca el poder de una audiencia en vivo por internet radica aquí: la audiencia de James Comey rompió records al ser vista por 19.5 millones de estadounidenses a las 10 de la mañana, durante un día donde se debían cumplir jornadas de trabajo. Se enviaron 3,6 millones de tweets mientras la audiencia ocurría.

Como hemos dicho en un principio, el poder de acceder a las noticias en vivo, desde un teléfono celular, significa que tenemos la información al alcance de un dedo, en cualquier momento y en cualquier lugar, y eso es algo que ningún político desaprovechará.

Las redes sociales han llegado para quedarse, y quien falle en entenderlo, se quedará por atrás de aquellos que sepan y entienda la importancia de hacer uso de esta herramienta.

En este día...


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