Revista Cultura y Ocio

El poder del perro, de Don Winslow

Publicado el 07 septiembre 2014 por Goizeder Lamariano Martín
El poder del perro, de Don Winslow Título: El poder del perro Autor: Don Winslow Editorial: Debolsillo Año de publicación: 2005 Páginas: 719 ISBN: 9788499083865 Esta ya es la cuarta novela de Don Winslow que leo después de El invierno de Frankie Machine, Salvajes y La Hora de los Caballeros. Si de las tres anteriores me encandiló el estilo cinematográfico, sin pelos en la lengua, con mucho ritmo y acción, con este Winslow me ha vuelto a entusiasmar. Pero El poder del perro es otra cosa. No tiene nada que ver ni con los otros libros de Winslow ni con ningún otro libro que haya leído antes. Es brutal. Es un puñetazo en el estómago. Nos repulsa y nos fascina con la misma fuerza, con la misma pasión.  Nos atrapa y, al mismo tiempo, sentimos el impulso de dejar de leer. Pero seguimos devorando las páginas. Realmente es una novela poderosa. Nos engancha, nos vuelve adictos. Es como una droga. 
Drogas. Porque de eso precisamente habla esta novela que ha sido traducida, como se avisa en la contraportada, al estilo “made in México”, todo un acierto en mi opinión, ya que eso hace que nos metamos todavía más en la historia. Una historia que nos sitúa en la década de los setenta, cuando el gobierno de Estados Unidos emprende una lucha sin cuartel contra el narcotráfico en México. Entonces uno de los protagonistas de la novela, Art Keller, es un joven agente de la DEA de origen hispano que no tarda en obtener unos brillantes resultados y acabar con Don Pedro, el patrón local. Pero lo que a primera vista parece un gran éxito en su carrera se convierte en un error fatal. Art Keller es medio mexicano y, por encima de todo, un desilusionado veterano de Vietnam, un honesto agente de la DEA que mantiene una relación de amor-odio con los clanes y los cárteles de la droga en México. Es un iluso, un ingenuo, un rebelde, un romántico, un soñador que intenta derribar moscas a cañonazos y que, sobre todo, ha enloquecido y lucha contra molinos creyendo que son gigantes. Es una batalla perdida, pero es la suya y llegará hasta el final. La desaparición de Don Pedro convierte a Adán Barrera en el nuevo heredero del imperio de la droga en México y ambos, Adán y Art, saben cómo ha llegado a serlo. Adán es el sobrino de Miguel Ángel Barrera y hermano de Raúl. Miguel Ángel está dividido. No está dispuesto a renunciar a su situación de poder y privilegio pero, al mismo tiempo, hará lo que sea con tal de defender a sus sobrinos, su familia, su clan. Raúl por su parte es el malo, el duro, el implacable. Encadenados a la misma guerra se encuentran Nora Hayden, una joven y hermosa prostituta de alto standing que ha sido entrenada para hacer enloquecer a los hombres pero que se vuelve vulgar al bajarse de cada cama. Vulgar, frágil, vulnerable y, al mismo tiempo, extremadamente inteligente, fría y calculadora. Es una víctima, pero todos somos capaces de convertirnos en verdugos en algún momento de nuestras vidas. Nora mantiene una profunda amistad con el padre Juan Parada, un cura católico que se ha convertido en su confidente y que está empeñado en ayudar al pueblo, a los más débiles, aunque para eso tenga que enfrentarse a los más fuertes. Callan es un chico taciturno al que el azar ha convertido en asesino a sueldo. Es uno de mis personajes favoritos. Porque a pesar de la brutalidad de los actos que se ve obligado a llevar a cabo en todo momento vemos su honestidad, su bondad y su debilidad. Ha tenido mala suerte. Eso es todo. Se trata de una novela coral en la que, en contra de lo que sucede otras veces, no sobra ningún personaje y juntos forman un rompecabezas majestuoso, que se graba en la retina y la memoria del lector a fuego. El fuego de las balas, los tiroteos, los secuestros, los asesinatos, las decapitaciones, las torturas, las amputaciones que, lejos de estar narrados con morbo o exceso, están contados con naturalidad, lo que hace que las escenas, cuanto más fuertes sean, más normales nos parezcan dentro de esta historia que, sin embargo, es capaz de sorprendernos, dejarnos sin aliento ni respiración a cada frase, a cada página, a cada muerte. La novela está dividida en un prólogo, un epílogo y quince capítulos divididos a su vez en cinco partes: Pecados originales, Cerbero, TLCAN, Camino de Ensenada y La frontera. Así, poco a poco, página a página, iremos conociendo a los narcovaqueros y campesinos, a los hombres de Sinaloa. A los irlandeses salvajes y armados que forman una auténtica jauría. A las chicas de California, entre las que está Nora. A los narcosantos como San Jesús Malverde. A los integrantes de una mafia al más puro estilo italoamericano. Y, cómo no, policías corruptos, muchos, muchísimos, demasiados. Porque junto con el narcotráfico la corrupción es el tema principal de esta novela. Porque detrás de la acción trepidante y eléctrica de este thriller sangriento e inolvidable hay más, mucho más. Porque es una historia en la que es mucho más importante lo que se calla, lo que no se dice o se dice solo entre líneas. Porque lo que hay detrás es mucho más fuerte, más impactante y más brutal que todas las escenas sangrientas. La corrupción, el enriquecimiento de unos pocos, el poder, los intereses políticos y económicos de Estados Unidos y de México, el narcotráfico de cocaína y marihuana y, en definitiva, el dinero, es lo único que importa, lo único que vale. En esta historia todo tiene un precio y precisamente por eso ninguna vida vale lo suficiente. Todos son prescindibles, porque todos forman parte de una guerra que no parece tener fin y que, al mismo tiempo, es una gran farsa, un juego, una partida macabra que unos pocos están jugando con las vidas de unos muchos. El poder del perro es una OBRA MAESTRA. Así, con mayúsculas. Es un thriller, un drama, una tragedia, pero también una comedia enloquecida. Como destaca Rodrigo Fresán en En el volcán, el magnífico prólogo de esta novela, México es un agujero negro en el que los personajes caen para matar, enloquecer, iluminarse o morir, hacer todas esas cosas y muchas más al mismo tiempo y no necesariamente en ese orden. Es una obra impactante y muy documentada, la gran novela americana del narcotráfico, una enciclopedia del comercio de drogas al sur y al norte del Río Grande. Es una novela grande y rabiosa que nos relata con todo detalle, crudeza y realismo cómo se trazó el mapa de la ruta Colombia-Honduras-México-Estados Unidos para transportar la droga desde las plantaciones del Tercer Mundo hasta las narices y brazos del Imperio. Es una novela que divierte y entretiene pero que también denuncia, igual que un perro es capaz de ladrar pero también de morder. Y lo que realmente da miedo, como apuntó el propio autor, es que lo que se cuenta ha sucedido en la realidad. Es verdad. Es real. Y eso da miedo. Mucho. Pero, por increíble que pueda parecer, esta historia nos habla también de moralidad, de ética y, por encima de todo, de redención.
Esta historia es un auténtico infierno para sus personajes pero un auténtico paraíso, una auténtica delicia para el lector. Me atrevo a decir que es uno de los mejores libros que he leído nunca y no me voy a cansar de recomendarlo. Pero cuidado que engancha, mucho. Es difícil escapar de él. De las garras del perro. De un perro que tiene mucho más poder del que jamás nos atreveríamos a imaginar.   Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí

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