Múltiples siglas de productos financieros pululan por
el mundo desde los años ochenta, con crecimientos espectaculares desde entonces
propiciado por los cambios globalizadores que permiten interconectar el planeta
en tiempo real y facilitan el transporte –los contenedores son un enorme cambio
globalizador- lo cual amplió el comercio mundial de mercancías, servicios y
movimientos de personas.
Lo anterior en un mundo que veía disparado el crecimiento como
nunca antes; los precios del petróleo pasaron de 10$ barril en 1999 a 147 $ en
2008, lo cual llenó de divisas a los productores que para rentabilizar debían
prestar en los mercados, entre el 2000 y
2006 el PIB mundial se dobló, pasa de 36 BILLONES a 70, -a pesar del gigantesco destrozo de
activos de las puntocom y resto de crisis asiáticas- el comercio mundial creció
un 140%, más que dobló, pero los flujos de capital lo hicieron ¡por encima del
doble del comercio! llegando a representar un volumen equivalente a 70 veces el
PIB mundial. El crecimiento impulsó enormes cifras de consumo energético,
exportaciones, divisas concentradas en los emergentes y necesidad de
prestarlas, moverlas para rentabilizarlas, necesidad de préstamos en Occidente…
Gigantescas cifras de dinero se mueven por el mundo, pudiendo provocar catástrofes
globales o regionales, como en el sudeste asiático a finales de siglo XX, tanto
por entradas masivas de capitales generadoras de burbujas y
desequilibrios inmensos, cuanto por sus salidas.
El poder de los mercados financieros está basado en
las mareantes cifras de dinero que mueven en un entorno mundial y de manera
inmediata. La novedad es que operan en todo el mundo 24 horas todos los días
del año. La mundialización de procesos y operaciones impide prácticas
anteriores abriendo una nueva etapa, por ejemplo, impide que una decisión política
tomada en un solo país respecto a una subida de impuestos a la banca, a los
ricos, o aplicar la Tasa Tobin, pueda tener resultados positivos si no es
igualmente implantada en un conjunto de países suficientemente amplio y
homogéneo. La globalidad de los mercados obliga
a los poderes políticos a actuar globalmentesi quieren restablecer un nuevo equilibrio de poder que están
perdiendo, ya que la intervención nacional es inútil.
La relevancia de la crisis internacional que estalló
en 2007, viene dada por la gigantesca expansión y fuerza descontrolada de los
mercados financieros en un mundo nuevo, diferente a lo anteriormente conocido,
por tanto, los poderes mundiales luchan por nuevos equilibrios. Los cambios se apoyaron en ingentes sumas de
capitales en continuo movimiento, en las matemáticas aplicadas a la economía
financiera que pusieron en marcha
múltiples y ultramillonarios instrumentos financieros, repetidamente
vendidos sin controles suficientes ni soportes de riesgos que cubrieran los
derivados. Productos a la venta y mecanismos de elaboración, colocación y
evasión de riesgos, dieron un salto adelante con el desarrollo informático, en
un mundo globalizado marcando diferencias respecto al capitalismo tradicional.
Los cuadros son de Banco de
España ‘Documentos Ocasionales 0808;
2008’, ‘La financiación
estructurada y las turbulencias financieras de 2007-2008: Introducción general’ Sarai
Criado y Adrian van Rixtel.