“Yo no soy el filósofo.
El filósofo dice: Pienso... luego
existo.
Yo digo: Lloro, grito, aúllo,
blasfemo... luego existo.
Creo que la Filosofía arranca del
primer juicio. La Poesía, del primer lamento. No sé cuál fue la palabra primera
que dijo el primer filósofo del mundo. Lo que dijo el primer poeta fue: ¡Ay!
¡Ay!
Éste es el verso más antiguo que conocemos.”
(León Felipe[1])
“Me he esmerado en no ridiculizar ni lamentar ni detestar las acciones humanas, sino en entenderlas (…) Hemos demostrado, además, que la razón tiene gran poder para someter y moderar los afectos” (Baruch de Spinoza[2]).
[1] León Felipe: “Obras Completas”, Buenos Aires, Losada, 1963, p. 257.
[2] Spinoza: “Tratado político”, Madrid, Alianza Editorial, 1986, pp. 80 a 82.