Revista Historia

El Pont d'en Jordà, un patrimonio que une la Torrassa y Santa Eulàlia

Por Ireneu @ireneuc

El crecimiento poblacional de los barrios de la Torrassa y Santa Eulàlia ( ver La trascendente fealdad del Transformador de la Torrassa) durante los primeros años del siglo XX, así como la llegada del metro en 1932, pusieron sobre la mesa la necesidad de comunicar ambos barrios mediante un puente que salvara las vías que los separaban. De esta forma, en 1934, empezaron las obras de construcción del llamado Pont d'en Jordà, también conocido popularmente como Pont del Metro o de la Torrassa. Nombre que provenía del alcalde hospitalense, el republicano Josep Jordà i Polls -que vivía en la Torrassa- y que propuso su construcción en la semana escasa que duró en el cargo (del 26 de febrero al 5 de marzo de 1930). El tiempo que tuvo antes de que el gobernador civil monárquico lo sustituyera por alguien más de su cuerda, en este caso el conservador Just Oliveras i Prats (el de la rambla).

El puente, que escondía las intenciones de Barcelona de absorber ambos barrios ( ver El puente de la Torrassa, el metro y el fallido intento barcelonés de anexionarse L'Hospitalet), fue encargado a la empresa Maquinista Terrestre y Marítima. Empresa que construyó un puente colgante de 45 metros con estructura en hierro remachado y suelo de piedra artificial, que fue diseñado por el ingeniero Santiago Rubió, con participación puntual -diseñó los estribos- del arquitecto municipal Ramon Puig i Gairalt ( ver La Botiga Nova, modernismo al estilo de L'Hospitalet). Inaugurado el 7 de abril de 1935 por las fuerzas vivas de L'Hospitalet y Barcelona, este puente todavía está en servicio -pese a los urgentes trabajos de rehabilitación que parecen no llegar nunca- siendo considerado el elemento patrimonial de obra pública más importante de la ciudad.

El dato : El día de la inauguración no se invitó a su promotor, el alcalde Jordà, pese a vivir a pocos metros del nuevo puente.


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