Revista Opinión
El “Por Ahora” 25 Años Después
Un cuarto de siglo, que se dice fácil pero no lo es, según muchos opinamos, es un tiempo que se han perdido, pues el tiempo no se detiene; ese es el periodo de la historia contemporánea de Venezuela que ha estado marcada por la presencia de un hombre y su entorno, quienes nos han llevado cual encantadores de serpiente a la más grave crisis que ha vivido nuestro país.
La memoria colectiva es algo muy serio, lamentablemente en la Venezuela de éstos últimos años, quizás por la enorme cantidad de situaciones que ocurren a diario, la capacidad de recordar todo lo que va pasando, sobrepasa el mecanismo natural de recordar las cosas y los hechos; por tal motivo “una ayudadita”, como dijo la señora aquella, no cae mal.
En la madrugada del 4 de febrero de 1992, mientras el Presidente de la República para ese momento, Sr. Carlos Andrés Pérez, regresaba de la ciudad de Davos en Suiza, luego de participar en el denominado Foro Económico Mundial, estalló una rebelión militar cuyo objetivo era el de cambiar el gobierno constitucionalmente establecido; es importante recordar que los ocurrido fue producto de una profunda crisis económica que a su vez generó una muy fuerte crisis social, las cuales venían arrastrándose desde años atrás.
Cabe destacar que en el año 1989 ocurrieron intensos disturbios, saqueos a gran escala, protestas, lo que trajo como consecuencia posteriormente una fuerte represión militar, éste hecho es altamente conocido como “El Caracazo”; la situación agravada para 1992 generó el clima perfecto para que los militares involucrados ejecutaran el plan en el que venían trabajando desde hacía mucho tiempo.
Para muchos las imágenes de la famosa tanqueta intentando ingresar al Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, aún están frescas y la cantidad de fallecidos también, más aún en el seno de sus hogares y en el alma de sus familias; de igual modo he de resaltar que la residencia oficial del Presidente, conocida como “La Casona”, también fue fuertemente atacada por los insurrectos, en ella se encontraba la Primera Dama Doña Blanca Rodríguez de Pérez con sus hijas y nietos, ese ataque fue liderado por el Mayor del Ejército Miguel Rodríguez Torres y se consideró como un arremetida despiadada en la búsqueda del ciudadano Presidente para hacerlo preso.
Con todos los hechos desarrollándose, definitivamente lo que marcó un antes y un después en los acontecimientos, lo constituye la aparición en televisión nacional de quien asumió la responsabilidad por los hechos y en cuya transmisión resonó el famoso “por ahora”, según se desprendió de esas primeras frases dichas por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, la misión u objetivo principal era liberar al pueblo del régimen opresor de la derecha capitalista, neoliberal y corrupta que esclavizaba al pueblo venezolano.
No hay que ser un erudito en la materia, para darse cuenta que 25 años después, esas palabras no tienen sentido alguno y el único “por ahora” es sin duda, el desastre social producto del mal manejo de los asuntos públicos, el robo descarado de miles de millones de petrodólares que ingresaron a Venezuela años atrás, el endeudamiento sin sentido de PDVSA hasta niveles impensables, sin dejar de mencionar los diversos episodios en los cuales se regaló a países diversos, todo lo necesario solamente para obtener votos y apoyos en el ámbito internacional, los graves problemas relacionados con el narcotráfico, por sólo mencionar algunos casos.
Lo anteriormente descrito va de la mano con las insaciables apetencias personales, de quienes llegaron al poder por la vía democrática luego de haber atentado contra ella, para aprovechar y desde esas posiciones atentar contra el erario público en detrimento de millones de venezolanos, todo esto y más, en definitiva es lo que tiene en el presente, hundido al país en la más profunda crisis de su historia.
Lo más grave es que aún con la realidad que se vive a diario en las calles de Venezuela, donde hasta el más humilde de sus ciudadanos ha sido víctima de algún hecho a causa de la delincuencia e inseguridad, que se observan familias enteras buscando alimentos entre los desechos y pare usted de contar, aun así, los que dirigen el actual mal gobierno continúan despilfarrando lo poco que queda y pretenden seguir mintiendo y queriendo tapar el sol con un dedo, presentando planes, misiones y promesas que saben que no van a cumplir, pues la mayoría de las cosas que si han cumplido, solamente han servido para destruir el entramado social y distorsionar la economía del país, esa si es una verdad inocultable y fácilmente comprobable.
Es de vital importancia, más allá de todo lo que ocurrió hace tantos años en los diferentes ámbitos, señalar que ante el atropello a la constitución y sus instituciones, una sociedad se unió y buscó otras salidas, que no fueran las marcadas por hechos violentos o armados, cosa que está sucediendo con igual o mayor similitud en el presente.
Ante el grave escenario en el que nos encontramos los venezolanos, la mejor salida, la más natural dentro de un régimen democrático, es la realización de elecciones y que los resultados de dicho proceso sean respetados por todos, ese es el deber ser.
Para finalizar solo quiero dejar sentado, que siempre algo se queda sin plasmar o expresar, créanme no es adrede o a causa del olvido, sino porque se necesitarían páginas y más páginas para el desarrollo de una temática, que para el momento en el que ustedes mis amables seguidores están leyendo, aún se sigue escribiendo, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68 / @pjcontrolelecto
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