Juan Martorano
De acuerdo al artículo 323 de nuestro texto constitucional, el Consejo de Defensa de la Nación es el máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asuntos relacionados a la defensa integral de la Nación, su soberanía, y la integridad de su espacio geográfico. A tales efectos, le corresponde también establecer el concepto estratégico de la Nación. Este órgano, evidentemente es presidido por el Presidente o Presidenta de la República, y está conformado, además, por el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva de la República, el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional (en este caso, por encontrarse la AN en desacato, su puesto lo ocupa el actual titular de la Asamblea Nacional Constituyente), el Presidente o Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, el Presidente o Presidenta del Consejo Moral Republicano y los Ministros o Ministras de los sectores de defensa, la seguridad interior, las relaciones exteriores y la planificación, y otros cuya participación se considere pertinente. También en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación se establece su organización y atribuciones.
Evidentemente el Presidente de la República preside esta alta instancia, porque dentro de sus atribuciones legales y constitucionales está el de ser Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y como Jefe de Estado y de Gobierno debe dirigir una instancia de la envergadura como ésta.
Importante es de destacar que la convocatoria realizada por Nicolás Maduro, es una muestra irrefutable e incontrovertible de quien es el Presidente Constitucional y legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, quien ejercer sus atribuciones, y no sólo ello, sino el poder real y efectivo dentro de la Administración Pública, el Estado y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, como un dato para aquellos que pretendan realizar análisis serios y objetivos.
No es la primera vez que esta instancia ha sido convocada, y cuyas sesiones han sido declaradas de carácter permanente por el Jefe de Estado. Sólo por mencionar la oportunidad más reciente, la misma fue convocada a finales del mes de marzo del año 2017, en el marco de la coyuntura en la cual el país estuvo al borde de una guerra civil, debido al impulso que le dio la extrema derecha a un conjunto de acciones terroristas a través de grupos de la delincuencia paramilitarizada. En aquella oportunidad, fue cuando Nicolás Maduro procedió a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.
Pero también es muy importante destacar, que previa a esta convocatoria, el Presidente Nicolás Maduro se reunió con los responsables de todo el sistema de defensa territorial en el país, junto a integrantes del Alto Mando Militar. Ya con estos elementos se puede intuir, para los que de alguna manera manejamos los temas de seguridad y defensa, las razones por las que el Primer Mandatario Nacional procedió a la convocatoria del CODENA.
No en balde, para no hacer el relato tan extenso, la Asamblea Nacional en desacato e insubordinada al orden constitucional, procedió a la aprobación de un acuerdo parlamentario de alerta de catástrofe humanitaria. Esto debido a lo que ellos consideran “agudización de la emergencia humanitaria compleja”, por lo que el diputado Juan Guaidó “alertó” sobre una posible catástrofe que puede ocurrir en el país.
“Desde el parlamento alertamos al mundo sobre una potencial catástrofe en Venezuela. Hace tres años esta Asamblea Nacional decretó la Emergencia Humanitaria, y ahora vamos camino a una catástrofe humanitaria sin precedentes”.
Estos señalamientos fueron formulados por Guaidó durante la sesión ordinaria del parlamento de ayer martes 4 de junio (fecha por cierto conmemorativa del asesinato del Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre), donde fue considerado el “Informe sobre la Emergencia Humanitaria Compleja que alerta la catástrofe nacional”, y el “Informe de la Emergencia Humanitaria Compleja de la Salud Infantil en Venezuela”.
Estos temas no son casuales ni fortuitos, así como la terminología empleada por el parlamento para estas tareas. Si bien es cierto, que toda decisión y todo acuerdo, incluso acto parlamentario sin fuerza de ley es írrito, nulo de nulidad absoluta como expresaríamos los abogados y abogadas, no es eso lo que realmente interesa a los energúmenos de la administración Trump para sus perversos propósitos. Creen que por tener poderío tecnológico y militar les da la suficiente patente de corso para intervenir militarmente en Venezuela, bajo falacias y argucias leguleyas.
Evidentemente lo que ha hecho el parlamento nacional, no sólo configuraría a mi juicio, perfectamente los supuestos de hecho previstos en nuestro ordenamiento jurídico para los delitos de traición a la Patria, sino que son elementos extremadamente peligrosos. Esto, por una parte, le da impulso al actual gobierno estadounidense para el escalamiento de medidas coercitivas unilaterales ilegales, cuyas huellas ya comienza a sentir con todo el rigor la población de nuestro país, sean estos chavistas o antichavistas. Por otra parte, contribuye a generar las condiciones necesarias para EEUU para proceder a una acción armada de carácter internacional sobre territorio venezolano.
Y esto por lo que podemos observar a simple vista, y sin profundizar en mayores análisis. El Presidente Maduro en su cadena del día de ayer,en el marco de la instalación del CODENA, fue muy explícito al señalar que los sectores internos han entrado en fase de locura, y denuncio sin ahondar en detalles, una nueva fase y nuevos planes conspirativos. Días antes, también el canciller de la República, Jorge Arreaza, formuló alertas en el mismo tenor que las formuladas por el Jefe de Estado venezolano.
¿Quien sabe que información de inteligencia y contrainteligencia manejará el Presidente Maduro, no sólo para proceder a esta convocatoria de tan alta instancia de nuestro Estado- Nación, sino para advertir y denunciar las actuales amenazas contra la República? Ya eso quedará de parte de él y es algo que debe respetársele que el decida en estos momentos no ahondar en esos detalles.
Y como me lo expresaba hace algunos días el camarada, maestro y buen amigo, Comandante William Ernesto Izarra, estamos en un escenario de pre invasión que no podemos desdeñar. Un momento complejo y difícil ante el estrechamiento del cerco diplomático, político, económico, comercial y financiero contra la Patria de Bolívar y Chávez. Y sin caer en alarmismos, esto debe ser informado y expresado sin temores a nuestro pueblo.
Evidentemente, estos momentos exigen mayor unidad y apoyo de los que habitamos en esta hermosa República, Y vaya desde estas líneas, nuestro respaldo y apoyo al Presidente Maduro y al resto de los integrantes del Poder Público. Igualmente, total apoyo a la Asamblea Nacional Constituyente, ante los nuevos escenarios de nuevas dificultades y amenazas por el que nos toca atravesar en este desierto.
Y las próximas movilizaciones no sólo deben ser en apoyo a los CLAP (los cuales son objetivo de las próximas agresiones por parte de EEUU, no nos olvidemos de ello), sino también en defensa de nuestro Estado- Nación y de la Patria Bolivariana.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
[email protected] @juanmartorano