Esta banda francesa, celebrando el día de la música en la localidad alsaciana de Ribeauvillé, nos recuerda que los españoles estamos en la diana de todos los ambientes festivos... Y no es mala cosa que así sea, aunque matizando que este pensamiento no debe ir necesariamente encadenado a consideración despectiva alguna, fundamentalmente respecto de nuestra animosidad y predisposición a dar el do de pecho en otras circunstancias y contextos.
Porque estoy un poco harto de todas esas ideas que probablemente nacieran de nuestra generalmente escasa autoconsideración colectiva, pero que también encontraron amplificador en la mediocridad y las interesadas necesidades de nuestros dirigentes, llevándonos a soportar sambenitos tales como los de nuestra tradicional pereza y escasa productividad, nuestra inclinación a la fiesta y a vivir por encima de nuestras posibilidades, etc...
La mayoría de los países europeos cuentan con jornadas laborales más cortas, con más días festivos y de vacaciones, y por supuesto con salarios o poder adquisitivo mucho mejores que los nuestros.
En una buena parte de las naciones de nuestro entorno los trabajadores se jubilan antes, con pensiones que garantizan una mayor calidad de vida en el otoño de sus vidas, que en el invierno de las nuestras.
En lo que violaciones de los derechos laborales se refiere estamos, según informe de 2015, a la altura de Rusia o de Marruecos.
En cuanto a cantidad de trabajo, hablaré de lo que conozco: el que un médico madrileño atienda a un paciente cada 6 minutos, está lejos y muy por debajo de los estándares que caracterizan al trabajo de un médico de la UE. (En Francia, país que también conozco, son 20 minutos de media por paciente, recibiendo el médico francés mucho mejor salario)... Y la verdad: dudo que esta mayor explotación sea específica de mi profesión...
Cada día comprendo un poco mejor a los griegos, así que por favor: que no nos cuenten más milongas ni nos toquen los h...
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