Siempre ha sido un tema interesante el porqué las Semana Santas caen en fechas diferentes cada año. Esto se debe a la luna, el astro madre que nos acompaña todas las noches del año en sus diferentes estados. En esta entrada profundizaremos sobre este tema y estoy seguro que os gustará.
Muchas culturas se han basado en el astro lunar para regir sus calendarios, en este mismo blog escribí acerca de una cultura, la cretense que fue cuna de nuestra sociedad actual, donde la luna y su estado matriarcal era base de su desarrollo social.
El origen de todo ello se basa en la Pascua, también conocida como “Pesaj”, es la festividad judía que conmemora la salida del pueblo hebreo de Egipto, relatada en el libro bíblico del Éxodo. El pueblo hebreo considera que este hecho marca el nacimiento del pueblo como tal.
La celebración coincidió en el mes hebraico (nissan) que corresponde a los últimos días de los meses de marzo y abril, cuando comenzaba la estación de la primavera.
Mucha gente se pregunta por qué la Semana Santa nunca coincide en fechas. Esto se debe a varias razones, pero la principal fue la decisión que se tomó en el Concilio de Nicea en el año 325, cuando se promulgó que la Pascua cristiana, esto es, la celebración de la Resurrección de Cristo, se celebrara el primer domingo después de la primera luna llena del mes de Nissan (el mes de los judíos) durante o después del equinoccio de primavera.
Por eso, la Pascua de Resurrección nunca puede caer antes del 22 de marzo o después del 22 de abril. Ya en el antiguo testamento de la biblia cuenta que había luna llena la noche en que los judíos salieron de Egipto (y por lo que comenzaron a celebrar la llamada pascua, el 'paso' de las tinieblas a la luz).
Por lo tanto, se puede asegurar que la noche en que Jesús celebró su última cena, lo que se conmemora todos los Jueves Santos, había luna llena. Tal es la importancia de la fecha de la Pascua que todas las demás festividades litúrgicas del año se establecen en función de ésta.