El porrazo y el FIMI Fashion Show

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Viernes, sábado, domingo y lunes. Ése es el tiempo que se llevo intentando recuperar la dignidad que perdí el viernes cuando, tras un inoportuno tropezón, quedé tendida a lo largo (1,74 m.) y a lo ancho (no os lo digo) sobre la pasarela de Feria Internacional de la Moda Infantil de Madrid. La pobre debió quedar tan espachurrada tras el trompazo -hay una palabra que define mucho mejor el porrazo que me di pero no os la voy a decir porque a mi madre no le gustaría- que, en caso de que consiga encontrarla, no creo que vuelva a ser la misma.

Con mi dignidad se han esfumado todas mis ganas de convertirme en la próxima “top” madurita así que, Nieves -culpable sin quererlo de mi aterrizaje sobre la blanca pasarela-, Martina, Judit, etc., podéis estar tranquilas. Vuestro trono está a salvo.

Las huellas del desastre todavía son evidentes en mis extremidades: pierna y codo izquierdos. Y todavía tengo que dar gracias a Dios de que haya sido el brazo izquierdo el magullado y sigo pudiendo ejercer mi pericia en la pista de pádel.

Afortunadamente los hechos se produjeron una vez terminado el primer desfile del día -como medida preventiva, y porque me dolía todo el cuerpo, no asistí a los siguientes- por lo que os puedo enseñar a los niños que ocuparon la pasarela antes de que lo hiciera mi enormidad. Os dejo unas imágenes de las firmas que más me gustaron pero dejando constancia de que lo que más me gustó fue la colección marinera de Barcarola y, dentro de ella, el vestido marinero que vais a ver a continuación. También es verdad que a mí todo lo que me recuerda al mar me encanta, yo creo que lo llevo en la sangre. Debe ser porque soy de Burgos.