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El portador de luz, Benjamín Ruíz

Publicado el 04 marzo 2017 por Martikka
El portador de Luz, Benjamín Ruíz
"La potestad suprema le arrojó de cabeza, envuelto en llamas, desde la bóveda etérea, repugnante y ardiendo, cayó en el abismo sin fondo de la perdición, para permanecer allí cargado de cadenas de diamante, en el fuego que castiga; él, que había osado desafiar las armas del todopoderoso, permaneció tendido y revolcándose en el abismo ardiente, juntamente con su banda infernal, nueve veces el espacio de tiempo que miden el día y la noche entre los mortales, conservando, empero, su inmortalidad. Su sentencia, sin embargo, le tenía reservado mayor despecho, porque el doble pensamiento de la felicidad perdida y de un dolor perpetuo le atormentaba sin tregua. Pasea en torno suyo sus ojos funestos, en que se pintan la consternación y un inmenso dolor, juntamente con su arraigado orgullo y su odio inquebrantable. De una sola ojeada y atravesando con su mirada un espacio tan lejano como es dado a la penetración de los ángeles, vio aquel lugar triste, devastado y sombrío; aquel antro horrible y cercado, que ardía por todos lados como un gran horno. Aquellas llamas no despedían luz alguna; pero las tinieblas visibles servían tan sólo para descubrir cuadros de horror, regiones de pesares, oscuridad dolorosa, en donde la paz y el reposo no pueden habitar jamás, en donde no penetra ni aun la esperanza."
Paraíso Perdido. John Milton.
El portador de luz es una novela de fantasía oscura estructurada en 3 partes: Gehena, Armagedón y Edén. En la portada, ilustrada por Juan Manuel Martín Rivas, podemos ver a Lucifer, bello, esplendoroso, cargando su espada llameante, dando paso a lo que ha de suceder durante las 112 páginas que componen esta obra. La lectura es rápida y podrás condensarla en pocas horas.
Gehena
En esta primera parte vemos a Lucifer, la Estrella de la Mañana, el Luminoso, en su morada, en el palacio de Gehena. Gehena puede ser el infierno, pero también es un lugar amurallado cerca de las llanuras de Jericó, de ahí el título introductorio, donde le encontramos en una primera escena leyendo Paraíso Perdido de Milton, un guiño que humaniza al Ángel Caído, el que vaga solo en la Eternidad, el Abandonado.
Ha llegado el día y Dios Padre quiere destruir de nuevo el mundo, aniquilar a la raza humana, la ingrata, la destructora, pero Lucifer no está de acuerdo con ese plan.
Armagedón
Narra la gran escena bélica entre los ángeles y los demonios en el Armagedón, el campo de batalla. Se suele conocer el nombre de Armaggedon como un evento de lucha entre el bien y el mal, pero también es un lugar famoso por masacres sangrientas mencionado en diversas partes de la Biblia.
El portador de luz nos sitúa en un campo de batalla donde se va a fraguar una épica lucha muy bien narrada con imágenes vívidas, bellas y crueles como un baile de espadas, como un cuadro en movimiento. Ha llegado el Apocalipsis.

El portador de luz, Benjamín Ruíz

San Miguel Arcángel y el dragón. Siglo XV. Autor desconocido

El esplendoroso Miguel y su espada pacificadora, Astaroth y su maza, Uriel, el fuego de Dios; Gabriel, la fuerza de Dios, y la gran bestia, Sydonay, el terror negro, entre otros, danzan en el campo de batalla, donde resuenan las espadas, los gritos, y la sangre se derrama. Donde encontrarmos el dolor de matar a un hermano y la espada que se clava, y las oraciones por los caídos. Y la lluvia que cae sobre el campo, que es sangre también.
Edén
Después del Apocalipsis llega un nuevo tiempo, el ideal: es el Edén, el Paraíso, donde todo es plácido, pero... no hay Paraíso sin Infierno, como no hay Orden sin Caos.
No dudes en leer esta novela corta si quieres vivir la madre de todas las batallas, comprender el destino de Lucifer y disfrutar de esta historia tan original como evocadora donde descubrirás una visión particular del origen del mundo.
A mí, que soy amante de las historias de ángeles, demonios, orígenes, profecías y evangelios apócrifos, me ha fascinado.
El portador de luz, Benjamín Ruíz
 El portador de luz está disponible en Amazon tanto en versión Kindle como en papel:
El Diablo no es ateo; todo lo contrario. Está convencido, aún más que nosotros, de la existencia de Dios, porque lo ha contemplado de cerca, porque lo ha visto actuar.Giovanni Papini

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