Toda antigua ciudad tiene sus leyendas. La vieja capital del Ducado de Saboya posee la de Celse Morin, consejero del parlamento de Chambéry a mediados del siglo XVI. La inscripción Celsus Morineus me posuit en el portal de su casa renacentista y la decoración a base de tetraedros y hemiesferas ha dado lugar a interpretaciones ocultistas, en las que Morin aparece como alquimista.
Hay un tetraedro grande y muchos pequeños. Las hemiesferas son de tres tamaños y de hueco El tetraedro se asocia al fuego y la esfera a la perfección, pero más allá no hay testimonio alguno que sirva para justificar las especulaciones. Sí existen documentos históricos de enfrentamientos del personaje con algún abad y con el ayuntamiento porque pretendía privatizar el callejón.El bello portal fue salvado del bombardeo de 1944 y ha sido instalado en uno de los deliciosos callejones que salen de la alargada Place Saint Léger (Allée Bolon, Passage Henry Planche). En un grabado del siglo XIX se ve que la puerta se había cerrado y encajonado.
Como complemento de la visita a Chambéry es curioso entrar en la Catedral San Francisco de Sales para comprobar que lo que no se hace de cantería se puede imitar con pintura: todo el interior está suntuosamente decorado con trampantojos de nervaduras.