Revista En Femenino

El porteo del bebé

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Siempre han existido las mochilas portabebés. De hecho, recuerdo que cuando nació mi hermano le pregunté a mi madre si no se lo quería poner en una de esas mochilas, a lo que ella respondió: “eso es incomodísimo, no puedo llevar a tu hermano así”. Respuesta que me dejó un poco descolocada porque pensé: “entonces por qué existen”?

Si que es verdad que siempre que he visto a un bebé en una de esas mochilas, mirando hacia delante casi siempre y muy abajo (con las piernas dando golpecitos en la entrepierna del padre/madre) me ha dado la sensación de que tienen que ser muy incómodas y además el peso no parece estar bien repartido.

No vengo a contaros nada nuevo. Ya conoceréis la “lucha” que hay entre mochilas “colgonas” (las de toda la vida que no son ergonómicas y se ha demostrado que no son beneficiosas para las piernas y la espalda del bebé) y las que sí lo son, esas en las que el bebé queda con las piernas formando una M repartiendo su peso de forma equilibrada.

colgonas-vs-ergonomicas

Desde mucho antes de querer ser madre, sabía que quería portear a mi bebé. Me atraía mucho la idea de llevar al bebé tan cerca, pero no conocía a nadie de mi entorno que lo hubiese disfrutado de esa manera hasta que alguien probó una mochila ergonómica.

“Es que le encanta, se pega unas siestas en la mochila increíbles. A su hermano no le gustaba nada”

Claro, a su hermano lo ponían en una colgona y probablemente ese fuera el problema.

Desde entonces y cada vez más, aumentan los bebés que conozco que prueban mochilas ergonómicas y a todos les gusta. Deben de estar cómodos, no? Imaginaos, una postura en la que no os aprieten los genitales, apoyados en el pecho de vuestra mami y recibiendo besitos en la cabecita cada dos por tres. Yo también me pegaría señoras siestas así ;)

Y después de este rollo que os estoy soltando, deciros que yo sí quiero portear. Que mis amigas de Valencia, que son bien majas ellas, me han regalado una mochila de porteo ergonómica y que ya os enseñaré cuando la estrene con Bichito.

Por otro lado están los fulares. También me llaman mucho la atención, pero quizás para bebés recién nacidos. No sé, no he probado ninguno así que no os sabría decir, pero si que he recibido comentarios de que el pañuelo se da de sí, o que acaba soltándose un poco, etc. Yo sé que hay gente que lleva niños grandes también en los fulares y si lo hacen es porque les gustará, pero lo que conozco de mi entorno es que han pasado del fular a la mochila cuando los bebés se han hecho más grandes o reservar el fular solo para casa.

¿Y vosotras que opináis? ¿Porteo sí o no? ¡Contadme vuestras experiencias y dadme algún consejo si lo necesito!


El porteo del bebé
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