Por Raúl Bracho
Vergüenza es lo que siento. Soledad es lo que siente el pueblo, traición, descarada traición a las y los humildes que impotentes dejamos correr una que otra lágrima de rabia, de indignante ira sobre las noticias preñadas de bombas asesinas.
La mass media entró en el apogeo, en su fase “critica”. Estrategias calculadas para distraer a las grandes mayorías, para engañar, para ser impunes criminales que serán aplaudidos por la mansedumbre dominada. Obama en Brasil, como si fuese una pulga que se rasca un perro lo que hace Hillary Clinton en Paris, la distracción es el arma de la estafa, te ponen a mirar a donde les place y con la otra mano te ultrajan sin que te percates. Mientras los índices de radioactividad superan el grado 6 en Japón, ya nadie recuerda las termonucleares, la función se llena de drones y explosiones, los mirages franceses atacan a mansalva, la flota gringa lanza misiles desde el océano, abundan declaraciones y noticias manipuladas, el genocidio está en marcha. No hay Internet en Libia, han bloqueado los cielos y las comunicaciones, ya no sabremos sino solo su versión.
Recuerdo en esta hora las reflexiones de Fidel, nos alertaba hace pocos meses que Estados Unidos tenía en progreso una escalada nuclear, que precisaba muerte, que urgía de crisis. Claro, no fue contra Irán, hubiese sido muy obvio y más riesgoso, ¿Quién podría imaginar que convertirían las termonucleares en bombas atómicas de tiempo? Ya las espoletas liberaron la carga, más temprano que tarde estallará la muerte, disimulada y oculta, vestida de tragedia. Presurosos ahora van por energía, más energía para garantizar su subsistencia. El portero deja a su vicepresidenta a cargo del negocio, él da una vuelta por el territorio que sigue en su agenda de dominio: Nuestramérica. ¿Por qué no incluyó a Colombia en su gira? Ese guión hace meses que está escrito. La sabiduría de Fidel se ratifica en la historia cotidiana, el imperio solo encuentra una salida para perdurar ante la crisis: más crisis, muerte, terror, espanto, miseria y aniquilación.
Europa se ha dejado comprar por unas pantaletas negras, sin siquiera estimar los daños que producirá sobre sus pueblos esta traición y esta entrega al amo imperial. Los precios del crudo desde este lunes harán que el costo de la vida se dispare astronómicamente, la radioactividad será el espanto a la hora de ir al mercado, la muerte dormirá en nuestras camas, el pánico enmudece las mayorías. Pero hay que esperar por nuestro pueblo. La humanidad deberá levantarse y crear un frente mundial para detener esta barbarie. Las fuerzas de la vida siempre son superiores a las de la muerte.
El mismo día de esta intromisión calculada, se realizan comicios en Egipto, todas y todos estaremos entretenidos para no denunciar el fraude. El mismo día Obama, firma la restitución de los tribunales militares en Guantánamo. El imperio avanza ágil, cual felino que se lanza a la rapiña. El hedor de la sangre y de la muerte sacudirá la conciencia planetaria. Habrá que pedirle cuentas a los gobiernos que tan solo callaron, a los que incapaces de vetar tal hostigamiento, terminan siendo cómplices al anular su poder de frenar esta escalada de muerte.
Es con usted, lector, con usted mismo. No espere a que la muerte reviente los cristales de su casa para quemar a sus hijas o hijos, es con usted, camarada, lo que se está destruyendo es la esperanza de un planeta donde sus hijos y nietos tengan posibilidad de ser felices, lo que se está jugando es el destino de la vida. Es con usted.
Solo las fuerzas vivas haciendo resistencia, parando la maquinaria industrial, realizado una huelga mundial, quien sabe que cosa tengamos que hacer, pero ya nadie vendrá a decírnoslo, es nuestra la posibilidad de salir de la idiotez mediática que nos narcotiza, es solo nuestra la posibilidad de despertar de esta horrible pesadilla lo que nos dará la libertad.
De luchar y vencer o morir. ¡Venceremos!