Puede que no fuera el primero en pronunciarse sobre la idea que trataré de desarrollar que titula esta entrada pero, como en muchas ocasiones, Guardiola pudo encontrar una de las mejores formas de hacer llegar la idea de cual sería el próximo paso en la 'evolución' (?) del juego de posición durante una entrevista que concedió hace unos años.
foto: ccma.cat
Lo haces aquí (refiriéndose a su área) para tener superioridad en las zonas donde le haces mal (al rival)
En ella habló del rol del portero en el inicio del juego. Como nos pasa a todos en estos días no es complicado quedar noqueado por lo potente a nivel conceptual del mensaje y no prestar la atención necesaria al desarrollo y contexto del que habló en aquel momento. Claro que es lógico pensar en lo temerario de tener al guardameta alejado de la portería y que una pérdida, en las primeras alturas, concediera una opción sencilla para el rival de marcar un gol. El técnico catalán adjuntó situaciones muy concretas para la suma de responsabilidades a su cancerbero. La primera, obviamente, es que el portero sea valiente en cuanto a asumir esa función. Pinto, que estuvo en él en el Barça, ha contado recientemente cómo Guardiola fue bastante explícito a la hora de anteponer la valentía a la técnica a la hora de recibir el balón y apurar el devolverlo hasta tener al rival prácticamente encima. Sólo así liberaría de marcas y vigilancias a jugadores por delante, 'conquistar espacios cortos' a partir de haber atraído rivales a las zonas más alejadas de su portería con pases cortos. Es ahí cuando el portero debe funcionar como un receptor y pasador más que nos garantice superioridad en la zona de inicio.
El objetivo, explica, es una progresión en corto, con recepciones en situación ventajosa en los espacios que dejan los rivales que salten a esa presión y llegar a la zona de creación con la menor cantidad de oponentes posible. Para ello habló acotó la participación del meta en los primeros pases siempre desde una posición no excesivamente adelantada pero si los suficientemente provocadora para los delanteros rivales. Dar más continuidad al portero en esa posesión es una señal inequívoca de que no encontramos con facilidad esos espacios.
Como escribía antes, el titular con el que se quedó sobre aquella entrevista pareció ser la idea sobre la que construir y en los años posteriores hemos visto a varios equipos donde los porteros sí que ocupan la teórica posición del central y éste pasa a una zona lateral permitiendo ganar altura al lateral de ese costado o se incorpora a la altura del mediocentro. Una disposición que ayuda a fijar rivales y a incorporar receptores por delante de la línea del balón e, incluso, con una buena distribución de alturas, encontrar a los jugadores más alejados y superar hasta las dos primeras líneas de presión del rival. Es la variante sobre la idea original que se ha podido ver ante equipos con un repliegue medio o bajo, que priorizan el dominio de los espacios a la recuperación del balón en campo rival. En esta tendencia me permito señalar a André Onana como uno de los más habituales en salir en esta foto, tanto en su etapa en el Ajax con ten Hag como posteriormente en el Inter con Simone Inzaghi. No es curiosidad que los mancunianos trabajaran su incorporación para el pasado verano sacrificando la continuidad de una leyenda contemporánea como lo ha sido David De Gea, muy alejado del acierto y la visión con los pies del camerunés.
Un caso similar al de Onana y con mucho mucho éxito en cuanto a títulos ha sido el de Allison. El cancerbero brasileño del Liverpool y su participación en el inicio del juego permitió una ubicación más abierta de los centrales, ocupando él zonas centrales y liberar a Trent Alexander-Arnold (antes de su cambio de rol) y a Robertson ganaran mucha altura, dando amplitud y profundidad a un equipo que no necesitaba de una fase ofensiva en zona de creación excesivamente larga por la capacidad de buscaren largo tanto del propio Allison como de Van Dijk. Una seña de identidad del fue un campeón reconocible.
Pero antes de todo eso, por trazar un punto de partida hacia la idea que da motivo a esta entrada, se establece en ese concepto de 'portero-líbero', equipos con líneas muy adelantadas y que acumulaban muchos jugadores en campo contrario buscando una presión tras pérdida muy agresiva que forzara al rival a alejar el balón para ganar metros, o que plantease sus partidos aprovechando la velocidad de sus atacantes al espacio. La solución fue liberar posicionalmente al portero, que pudiera abortar cualquier pase al espacio ya fuera con un despeje o 'volver a meter' el balón en campo rival. Higuita, Jorge Campos, Molina, por traer un ejemplo más casero... la respuesta a la prohibición de jugar con las manos una vez se recuperase el balón en una situación complicada de resolver fue, en este caso, buscar porteros proactivos.
La versión 2.0 de este portero-líbero que enlaza con el perfil del que habla Guardiola, para mí, sin lugar a dudas, es Manuel Neuer. El alemán ya antes de coincidir con el entrenador catalán detectaba que su participación no debía reducirse a lo que ocurriese dentro de su área, donde ya era muy bueno, también fuera de ella daba continuidad a las posesiones en inicio, confiando en su capacidad técnica y también era una amenaza con su desplazamiento en largo. No olvidemos que el propio Pep quiso jugar con él en el centro del campo en partido oficial, confiado de su técnica y toma de decisiones.
Y aunque los perfiles anteriores se vea replicado cada vez en más partidos, sí que hay una aplicación más fiel a lo que imaginaba Guardiola incluso en su propia liga. El Brighton, con la llegada del italiano De Zerbi (muy dado a meter este mecanismo en sus equipos) rápidamente se convirtió en objeto de análisis a partir, entre otras automatismos, tener al portero como un claro elemento de atracción sobre los rivales en sus inicios de juego. La primera fase sobre una construcción del juego donde los atacantes fijan muy lejos a la línea defensiva, los centrocampistas escalonan muy bien, encuentran al tercer hombre de forma muy académica y se generan espacios donde se acelera el ataque. Uno de los equipos más estimulantes de ver en las últimas temporadas, donde las conducciones lentas hasta pisando el balón de porteros y centrales se hicieron hasta virales.
En varias ocasiones, más en redes, hemos referido a cómo los grandes cambios en cómo se juega al fútbol han ido viniendo cuando el reglamento ha condicionado el juego de los porteros: primero acotó las zonas donde podía actuar con las manos de su propio campo a su área. Más tarde sancionando como cesión el recibir con las manos un pase de un compañero, sin olvidar, la más reciente aunque con menos impacto en el juego, de mantenerse sobre la línea de gol en los lanzamientos de penalties. Es interesante cómo ante una participación cada vez más delimitada las soluciones, en este caso crear superioridades, pasen por 'olvidar' la ventaja de su juego con las manos y hacerle jugar más con los pies.No quiere decir esto que el perfil 'más clásico' del guardameta haya quedado en desuso o que tenga una caducidad cercana pero sin lugar a dudas en una de las posiciones si no la que más que sobre la que más se puede trabajar a nivel táctico en la actualidad. Etiquetado en Conceptos básicos del fútbol