El Portillo de Lunada por su vertiente sur: los puertos de acceso a la meseta desde la Cordillera Cantábrica.
by Macos Pereda Herrera 4 octubre, 2014 0 comments
En este especial que estamos haciendo en Merkabici sobre los puertos de acceso a la Meseta desde la Cordillera Cantábrica no nos olvidamos de sus vertientes sur, que aunque mucho menos durad que las que suben desde casi el nivel del mar también tienen, en algunos casos cierta entidad. Y este puerto de Lunada es uno de ellos, ya que nos encontramos con una cara sur con la suficiente entidad como para ser considerada puerto de categoría, y que nos va a exigir más esfuerzo del que seguramente pensábamos hacer en una subida de estas características. Una vertiente que, además, no permanece virgen para el ciclismo profesional, ya que allí tuvo final una etapa de la Vuelta a Burgos en 1994.
En aquel mes de agosto el potentísimo corredor francés Armand de las Cuevas se imponía en solitario en la cima de la estación de esquí de Lunada, después de haber lanzado un demarraje seco al que no pudieron responder ninguno de los otros grandes que acudían a la Vuelta a Burgos, dentro de ese mes mágico que se cascó el pintoresco corredor de Castorama, quien tras su abandono en el Tour encadenó victorias en San Sebastián y Vuelta a Burgos, con tres parciales de por medio.
En cuanto a números nos enfrentamos a un puerto de algo más de diez kilómetros al cinco por ciento de media, con un pequeño descansillo casi al principio y bastantes kilómetros sostenidos en torno al seis por ciento.
Salimos de Las Machorras, lugar privilegiado para la práctica del ciclismo en dirección norte, y los dos primeros kilómetros, suaves a poco más del dos por ciento, los aprovechamos para ir cogiendo ritmo de subida. Estamos ante un puerto sostenido, por carretera en buen estado pero irregular y botosa, y donde el viento de cara puede convertirse en nuestro peor enemigo cuando afrontemos las largas rectas que nos llevarán a la cima.
Después de una pequeña bajada volvemos a subir y nos colocamos ya siempre en el entorno del seis por ciento de media, que será en el que siempre nos movamos durante toda la subida. Casi desde el principio podremos ver la cima del puerto, con la bola de la Base Militar a su lado, lo que nos irá informando del camino que aun nos resta.
A menos de tres kilómetros para la cima tendremos el desvío para la pequeña estación de esquí de Lunada, a la que llegaremos, si lo deseamos, tras medio kilómetro de llano. Si hemos optado por pasar de ese desvío afrontaremos los kilómetros finales de las ascensión, que nos dejan en la cima sin sobresaltos. Eso sí, lleva siempre ropa de abrigo, porque estarás a más de 1300 metros, y cuando hace buen tiempo en la vertiente sur de este coloso el sol no está siempre asegurado en la norte, por lo que niebla y humedad pueden hacerte sufrir más descansando en la cima que las pendientes ascendiendo el puerto.