Sé que suena a título sensacionalista para provocar clickbaiting, pero prometo que es real. El post con más éxito que he creado como community manager freelance tenía 7 palabras, un emoticono y ninguna imagen. Pero dejadme ponerle contexto.
El año 2020 será recordado por todos por una inesperada pandemia que nos cambió la vida. Muchos perdieron a sus seres queridos; otros, sus trabajos y muchos, como yo, sus proyectos. No pretendo ni mucho menos hacerme la víctima, pero poco se habló de las personas que no teníamos nuestra actividad profesional afectada directamente por la pandemia, pero que nos encontramos que nuestros clientes -en mi caso el 90% hoteles y restaurantes, ya que estaba especializada en marketing turístico– sí estaban directamente afectados, lo cual nos llevó a quedarnos sin trabajo.
Pero, tal como dice el refrán, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana… Tengo claro que no fue suerte ni casualidad; el hecho de dedicarme al marketing digital me dio cierta ventaja a la hora de encontrar nuevos clientes rápidamente (¡menos mal que me dedicaba a ello!), así que en pocas semanas, mi cartera de clientes ya se había diversificado.
De los clientes que cogí en 2020 tengo muchos y muy buenos recuerdos y, de hecho, cuatro años más tarde, aun trabajo con la mayoría de ellos. No obstante, de entre todos los nuevos proyectos que arranqué durante la pandemia, uno me robó especialmente el corazón, ya que se trataba de trabajar con lo que más me gusta en el mundo: ¡los gatos!.
Una conocida protectora de gatos de Barcelona ciudad me llamó para pedir mis servicios. Necesitaba consultoría y que, durante un tiempo no muy largo, capitaneara su actividad en redes sociales, al mismo tiempo que formaba a los voluntarios que luego se ocuparían de ella. ¡Qué maravilla de trabajo!
Fue entonces, trabajando el contenido de su Facebook, cuando tuvo lugar el exitoso post que da pie hoy a este artículo. Reconozco que partía con cierta ventaja: soy una amante incondicional de los gatos y, además, llevo toda mi vida viviendo con felinos, así que sé perfectamente cómo disfrutamos hablando de los mininos aquellos que compartimos pasión 🙂
A pesar de mis conocimientos sobre pasión felina, no esperaba tal éxito de un post tan sencillo. Pero pasó. Ese día no tocaba post con imagen, ya que intentaba siempre alternar formatos (ahora sería imposible por los algoritmos de las redes), y no había ningún artículo ni noticia interesante (con enlace externo) que pudiera compartir, así que simplifiqué el trabajo al formato de contenido más simple: sólo texto.
Y así fue. Dicho y hecho. Un simple texto, en formato pregunta, con tan sólo siete palabras y un emoticono: ¿Cómo se llama tu gato?
Los seguidores de la página (unos dos mil y poco por aquella época, si mal no recuerdo) no tardaron en empezar a contestar. Sinceramente, las primeras respuestas no me sorprendieron, ya que nada gusta más a un humano con gatos que hablar de sus felinos… pero cuando vi que los comentarios ya superaban los 100, vi que había dado en el clavo.
Recuerdo que en la siguiente reunión con la protectora hablamos de este post en concreto. Les había sorprendido mucho su enorme éxito (a mí también, y así se lo hice saber).
¿Y cuál fueron las claves?
- Conocer muy bien al público objetivo. Siempre digo a mis clientes que jamás conoceré a su público objetivo mejor que ellos (es de lógica), pero tratándose de amantes de los gatos… eso era otro nivel. No osaré decir que yo conocía a sus seguidores mejor que ellos mismos, pero sí conocía a la perfección cómo pensaban y qué les gustaba.
- Texto en formato pregunta. Esencial a la hora de hacer interactuar al público, aunque no siempre funciona.
- Una pregunta que todos los seguidores puedan responder y que, además, no genere polémicas.
- Introducir un emoticono (a falta de imagen)
¿Quiere decir eso que si repitiéramos la fórmula exactamente igual se repetiría aquel éxito? Posiblemente no. Los algoritmos en redes sociales, sobre todo en Facebook, son mucho menos generosos ahora y, además, la pandemia fue un momento donde las redes sociales eran la única forma de comunicación.
De hecho, he buscado algún post similar y he encontrado uno que se publicó medio año más tarde que el de mi ejemplo.
Como podemos ver, el éxito, a priori, parece mucho superior… pero estamos hablando de una página con más de 700.000 seguidores (la de mi ejemplo tenía unos 2000). La comparación no sería justa…
Si ahora algún cliente me preguntara si sería capaz de crear contenido que desembocara tal éxito, sinceramente, no podría contestarle que sí. Puedo asegurar hacer mi trabajo con pasión y usando todos mis conocimientos (que considero que no son pocos), pero en las redes sociales actuales y sin promocionar, raros son estos casos…
No obstante, lo que sí tengo claro es que dominar el sector para el que trabajas y, sobre todo, conocer a tu audiencia son dos factores clave imprescindibles. Cuando pasan ambas cosas los resultados hablan por sí solos… sobre todo si se trata de gatos 🙂
La entrada El post con más éxito que he creado sólo tenía 7 palabras y 1 emoticono se publicó primero en Community Manager freelance en Barcelona | Elisabet Gómez.