El título del blog dedicado al PostWikiLeaks, indica que se trata de hablar de los fenómenos asociados a la transparencia en la comunicación pública después de lo sucedido (de lo que está sucediendo y sucederá) con WikiLeaks.
No está en juego el defender o acusar, alabar o denigrar la entidad y realidad inestables de WikiLeaks, cuanto el observar lo que plantea su presencia en el panorama público comunicativo. De entrada, en términos de transparencia.
Por eso no está de más hacer referencia al caso de OpenLeaks, que dentro de poco tiempo verá la luz. Ya está presente en la red -sin funcionar por el momento más allá del logotipo- el sitio web OpenLeaks, y una primera explicación basada en una entrevista (en francés) con su fundador, el alemán Daniel Domscheit-Berg, ex-colaborador de Lassange en WikiLeaks, bajo el nombre de Daniel Schmitt.
Puede verse una noticia en castellano en El Mundo: OpenLeaks llegará 'muy pronto' y será 'más trasparente' que WikiLeaks.
Otro es el caso de Brussels Leaks, que se autopresenta, al menos respecto de su inexistente "agenda política", diciendo:
Do we have a political agenda? No, we are not behind any particular party. We merely want to disseminate information to responsible people – be it in media, NGOs, trade unions and other groups.
Therefore we will mainly look at act as an intermediary, passing information to responsible parties. We think we are in a good position to do this because we live, work and to a certain extent breathe Brussels. And trust us, Brussels has both poor air quality and transparency.
We therefore believe that we are safer from the political pressure witnessed by WikiLeaks. If you look at the political wrath their founder is under and compare that to what the media organisations such as the Guardian or Le Monde receive, we feel fairly sure that we can work more comfortably in Brussels. And our legal advisor thinks the same – but it will constantly be reviewed.
Es más que probable que seguirán apareciendo "intermediarios" de perfiles semejantes, con nichos de mayores o menores proporciones y alcances.
Todo esto, como queda dicho en notas anteriores, sin duda modifica, y no poco, el trabajo de los profesionales de la comunicación, especialmente los periodistas, aunque también afecta a los publicitarios, propagandistas (o relaciones públicas) o los profesionales dedicados a la ficción y al entretenimiento.
via www.postwikileaks.net
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