Como blogger intrépida que soy, nunca pierdo la ocasión de hacer trabajo de campo, así que, aprovechando estos días de vacaciones he estado en Memphis "investigando" muy seriamente las especialidades gastronómicas de la cuna del blues. De allí me he traído esta receta tradicional para el banana pudding, que compré en el mismísimo Graceland y es supuestamente la que hacía las delicias de mi adorado Elvis. Por cierto, si pasáis por Memphis alguna vez, es obligatoria la visita a la mansión del Rey del Rock. De verdad que no os decepcionará, es un lugar alucinante que vale la pena visitar.
La entrada a Graceland
Una de las salas de la casa, decorada con discos de oro y trajes del cantante.
Aquí tenéis la receta ¨de la cocina de Elvis¨, que como véis rezuma autenticidad por los cuatro costados:Y aquí mi traducción con la conversión de medidas, para que podáis prepararlo la próxima vez que tengáis invitados en casa y sorprender al personal (el tupé y el traje blanco con brillantes son opcionales, aunque seguro que causaríais una impresión memorable):
¨Banana pudding¨
4 plátanos cortados en rodajas
8 huevos (separar las claras de las yemas)
450 gr. de azúcar
1.5 litro de leche
56 gr. de mantequilla (equivale a una barrita)
2 cucharaditas de extracto de vainilla
3 cucharaditas de harina de maíz (tipo Maizena)
1 caja de galletas de vainilla (tipo ¨vanilla wafers¨) o bizcochos de soletilla.
Mezclar la leche, las yemas de los huevos, el azúcar, la mantequilla y la harina de maíz, y dejar hervir lentamente hasta que engorde. Después, añadir por encima el plátano y los bizcochos. Aparte, batir bien la clara de los huevos y añadirle una cucharadita de azúcar para hacer merengue. Una vez hecho el merengue, ponerlo por encima y meter al horno durante 10 minutos. Dejar enfriar en la nevera antes de comer.
La popularidad de este postre en el Sur de Estados Unidos es enorme, hasta el punto de que en el pueblecito de Centerville, en Tennessee, se celebra cada año un festival dedicado exclusivamente a este dulce capricho. La estrella del festival es, por supuesto, el concurso de banana pudding, pero también hay música, baile, y no falta la famosa barbacoa sureña. Una gran oportunidad de inmersión en el folkore y la gastronomía típicas de Tennessee, uno de mis estados favoritos. ¿Alguien se apunta?