Seguro que estos días habéis oído hablar de una noticia que ha aparecido en los medios como un hecho histórico, el gran plan contra el cambio climático del Sr. Obama. Y es que por lo visto después de llevar años y años contaminando el mundo, imponiendo su modelo energético, pasándose el protocolo de Kyoto por donde la espalda pierde su nombre e incluso montando guerras por el control del petróleo, Estados Unidos ha recapacitado y quiere ponerse a la cabeza en el cambio climático.
Todo esto es muy respetable y si con eso cambiara en algo la situación, yo lo aplaudo. Pero si pasamos de la propaganda de los medios y los videos épicos que se han visto últimamente y nos fijamos en las medidas concretas y en las cifras encontramos que la superioridad moral de la que presumen se convierte en puro postureo.
Nos han vendido que en un plazo de 15 años EE.UU reducirá sus emisiones un 32 %, un dato que como vemos es muy positivo y que vende, pero lo que no nos han dicho es en qué año se van a reducir. En Europa, aunque este tipo de tratados se (medio) respeta -y digo esto con bastante prudencia- esa reducción se hace con respecto a los datos recogidos en 1990, con lo que ya supone un reto considerable que está lejos de cumplirse, pero al menos es ambicioso. EE.UU por su lado reducirá sus emisiones con respecto a los datos del 2005 ¿Por qué 2005? Pues porque en esos años sus emisiones eran un 16% superiores a las de 1990 y por lo tanto su compromiso es en realidad aún menor.
A esto también hay que matizar que esta reducción es solo en generación de energía, las emisiones de coches, industrias y demás no están dentro de este plan, lo cual deja mucho que desear.
Este “ambicioso” plan se queda muy lejos del que tiene Europa de un 40% en 2030 con respecto a 1990 y no digamos ya del que reclaman los expertos en la materia de un 90% en 2050 con respecto a 1990. En la dieta que hay que hacer para evitar el cambio climático EE.UU pierde 5 kilos y le aplauden mientras que Europa tiene que perder 10 y le cuesta. El problema es que el mundo tiene una obesidad mórbida de contaminación, y a este paso el cambio climático será una realidad palpable en el día a día, aunque seguro que más de uno ya lo está notando.
Cabe decir, en defensa de Obama, que teniendo en cuenta la preocupación que ha tenido EE.UU por el medio ambiente en relación a lo que lo ha degradado, el hecho de que ahora se tomen estas medidas es valorable. Pero, en mi humilde opinión, no estamos en tiempos de propaganda, estamos en tiempos de valentía. Estados Unidos es el responsable de gran parte del proceso que está provocando el cambio climático y como tal, debe comprometerse a un cambio radical en su política ambiental y energética, le pese a quien le pese. Puede sonar radical, pero en la actual emergencia ambiental, el hecho de que el “hombre más poderoso del mundo” se ande con medias tintas pues dice mucho de él, de su país y de la humanidad.
Por F.Cicuendez