El consumo no siempre va unido al prestigio, en cambio el prestigio acostumbra a ir del brazo del consumo. Eso lo sabe todo el mundo. Lo curioso es comprobar hasta dónde se puede llegar para conseguir ese ascendiente.
El Potlach es una ceremonia que hasta el siglo XX todavía se celebraba entre algunos pueblos amerindios del Pacífico Norte de Estados Unidos y Canadá. Consistía en que el jefe de una tribu invitaba a otra a un festín donde se la obsequiaba con preciados objetos y alimentos, a fin de demostrar que su estatus era el más alto. Se obtenía así prestigio a cambio de regalos. Como suele ocurrir, las escaladas de cualquier tipo acaban rayando en la locura. En muchas de estas celebraciones se llegaron a quemar esos bienes —que no siempre sobraban precisamente, sino todo lo contrario—, e incluso ardían las cabañas donde tenían lugar esos banquetes. Tal vez habría que enfrentarse después a padecer hambre, pero todo se sacrificaba en aras de la apariencia, del prestigio.
Tomando como punto de partida esta tradición, y trasladándola a la sociedad moderna de consumo, Coral Igualador ha escrito el guión teatral de El Potlach; abriéndonos las puertas de una escuela para jóvenes ejecutivos, futuros empresarios, cuyas pautas de aprendizaje no están tan alejadas de la realidad como pudiera creerse. El método es simple pero eficaz: se toman ejemplos de situaciones cotidianas y se les aplican las correspondientes dosis de los valores "adecuados". Y así, de forma sistemática, quedarán implantados en el ideario del futuro triunfador. Con solamente una condición: el cursillista deberá estar dispuesto a todo; cualquier cosa en aras de obtener prestigio. Prestigio retroalimentado por el consumo, y así en una rueda creciente girando sin fin.
La puesta en escena es sencilla pero efectiva; sorprendente por ejemplo, el resultado escenográfico que puede lograrse con unas cuantas perchas en movimiento. Los actores, seis en total, llevan a cabo un trabajo impecable, bordando tanto los momentos de tensión dramática como los de comedia, con Yeyo Bayeyo al piano y la chamdra, marcando los tiempos y temperaturas de la acción, y ayudándola a avanzar con las melodías apropiadas. Eso sin abandonar su faceta de actor. Casi al final, asoma un guiño orweliano que me hizo recordar aquella consigna musical de la granja rebelde: "Cuatro patas bueno, dos patas mejor". Discutible consigna, por cierto, yo me entiendo.
En definitiva un rato que se pasa volando, sabroso y divertido, con el sello comprometido de El Experimento Producciones, compañía con un plantel envidiable de actores y actrices, dirigidos por la prolífica escritora y también actriz, Coral Igualador. Vayan a ver El Potlach; no se arrepentirán.
Mariaje López.
Autora y dirección: Coral Igualador
Intérpretes: Susana Álvarez, Fernando Bodega, Marta Fuenar, Luis Turpín, Fran Valcarce, Yeyo Bayeyo
Música en directo: Yeyo Bayeyo
Compañía: El Experimento Producciones
Fecha:
el Domingo 15 de octubre de 2017Horario: a las 20:30hLugar: Teatro La Usina - c/ Palos de la Frontera, 4 -Embajadores- (Madrid)Reservas:91 468 47 54 / 670 580 570
[email protected]
Para más información:
Teatro La Usina