Los jubilados y pensionistas están abandonando al PP de Rajoy y esa deserción le hará perder el poder en las próximas elecciones. Los mayores han perdonado al PP su corrupción, sus mentiras y hasta el incumplimiento de sus promesas, pero nunca le van a perdonar haber esquilmado la caja de reserva de las pensiones y haberles inyectado miedo ante el futuro. ---
El PP caerá y perderá el poder no por sus mentiras, ni por el incumplimiento de sus promesas electorales, ni por los grandes escándalos de corrupción que ha protagonizado, asustando a los demócratas y españoles decentes, sino más bien por la injusta e indecente gestión de las pensiones. Los jubilados, que le votaron masivamente, no le perdonarán jamás haber esquilmado la caja de las pensiones y haberlos llenado de miedo ante un futuro que el PP proyecta como incierto, amenazado por la ruina y sin pensiones dignas.
La gestión que el PP ha hecho de las pensiones ha sido un desastre que ha indignado al colectivo que le era más fiel en las urnas, el de los jubilados y pensionistas, que ahora emigran hacia otros partidos, sobre todo a Ciudadanos, y se organiza porque toma conciencia de que, con sus más de diez millones de votos, constituye la fuerza electoral decisiva en España, la única que puede poner y quitar gobiernos. Muchos ciudadanos empiezan a sospechar que el maldito e inestable sistema español de pensiones es una estafa piramidal, organizada por los dos partidos que han gobernado España PP y PSOE, con la complicidad de los nacionalistas), a la que se le acaba ya el recorrido.
La estupidez y la torpeza política del PP les está conduciendo hacia la tumba porque si pierde el apoyo de los mayores se convertirá en un partido residual, arrasado por la corrupción y el fracaso de sus promesas.
El último error de Rajoy con las pensiones ha sido aconsejar a los españoles que suscriban planes de pensiones privados, pero es tan mezquino que ni siquiera ha sido capaz de otorgar a esos planes, como han hecho otros países de nuestro entorno, ventajas fiscales adicionales. La estupidez y la codicia le han perdido de nuevo.
Otro error imperdonable ha sido el de inyectar chorros de miedo en el colectivo de jubilados y pensionistas, amenazando con que las pensiones tendrán que bajar, después de haberlas subido, desde hace años, un ridículo 0.25 por ciento, un porcentaje que hace que las pensiones pierdan cada año poder adquisitiva.
Pero el mayor de todos los errores ha sido esquilmar el fondo de reserva, eliminando el plus de seguridad y confianza que la existencia de esa hucha representaba para los españoles jubilados o a punto de hacerlo.
Otro error garrafal ha sido la falta de austeridad de su gobierno, una política descarada e indecente que consiste en mantener todos los privilegios de la clase política , sostener el despilfarro público, endeudarse hasta las cejas y empeñarse en no reducir el inmenso tamaño del Estado, el más obeso y costoso de toda Europa, al mismo tiempo que amenazaba a los viejos con privarles de la pensión que cobran.
Si a esta política demencial e injusta se añaden las numerosas promesas falsas hechas por Rajoy en el pasado, asegurando que jamás tocaría las pensiones, el desastre puede considerarse consumado y las ganas de defenestrarlo disparadas.
La consecuencia de todos estos errores está siendo doble: fuga de votantes hacia otros partidos y el inicio de la organización de los jubilados y pensionistas, que al dejar de confiar en los políticos, han decidido organizarse y hacer valer su enorme peso cuando se abran las urnas, votando sólo a aquellos que les defienden o, incluso, constituyéndose en fuerza política con capacidad de presentarse a las elecciones.
El mejor ejemplo de ese deseo de organizarse y de luchar por sus inereses es lel nacimiento de la Asociación de Jubilados Españoles, cuya página en Facebook ha conseguido casi 3.000 miembros en sólo unos días.
Francisco Rubiales