"Mal rollo " este de las querellas contra los medios por parte de los políticos. La querella de Aznar contra EL PAÍS y la anunciada de Cospedal, Arenas y otros por las informaciones difundidas estos días sobre "los sobres" que supuestamente percibían y que, al parecer, provenían de donativos de empresarios de la construcción y otros sectores, es poco edificante.
Lo es porque aún es la hora de que hayan mostrado prueba en contrario de lo que los medios de comunicación han aireado. Lo es porque los ciudadanos creemos más a la prensa que a los políticos.
La corrupción invade la política aunque ésta solo esté contaminada, de momento y que se sepa, por un porcentaje exiguo de los políticos. La invade de tal manera que estamos desarmados ante los poderosos que nos exigen esfuerzos y se muestran incapaces de solucionar los problemas más elementales.
Recuerdo cuando el Grupo de comunicación que edita EL PAÍS, en tiempos del gobierno de Aznar, fue objeto de una persecución judicial de "los amigos del presidente" por los derechos del futbol y los "descodificadores del Canal Plus". Cualquier excusa era válida para arremeter contra un medio que le era hostil al presidente Aznar. Recuerdo, también, las amenazas de Miguel Angel Rodriguez, mano derecha de Aznar, contra Grupo Zeta por aliarse en la plataforma digital del televisión con Jesús de Polanco, editor de EL PAÍS.
Me viene a la memoria una época que creía pasada, olvidada y enterrada. Una época en que no había tampoco explicaciones, el rodillo de la mayoría absoluta era suficiente para legislar a capricho contra los que eran considerados enemigos.
Me preocupa que, en aquel tiempo los medios de comunicación, eran sólidos económicamente y que hoy en día están sufriendo una crisis sin precedentes. Necesitamos una prensa fuerte para contrarrestar los desmanes de unos pocos, pero poderosos.
Sería deseable que, lo mismo que la mayoría de medios de comunicación están exigiendo que el presidente del gobierno de la cara y explique qué está pasando en el partido que nos gobierna, éstos se unieran frente al rodillo de ese poder rancio y trasnochado que solo quiere acabar con el mensajero en lugar de dar las explicaciones que se merecen los ciudadanos.
Tendrá todo su derecho, el señor Aznar y los del PP, en querellarse contra un medio, pero tiene muy poca legitimidad en hacerlo en base a su pasado. y en cómo están actuando hoy. Mejor que primero rebatan las informaciones con pruebas. Eso es lo que EXIGIMOS los ciudadanos.