Hace unos cinco meses, Rajoy nombró a una nuevo ministro de Sanidad: Alfonso Alonso. Una de sus primeras medidas fue prometer que iba a devolver la asistencia primaria sanitaria a los inmigrantes llamados irregulares. Algo que el gobierno pepero había prohibido y que había sido criticado desde muy distintos estamentos sociales.
Esa declaración pasó sin que hasta la fecha se haya llevado efecto. Hay una clara explicación, que sólo la ‘mala gente’ se atreve a compartir, y es que se hizo a menos de dos meses de una convocatoria electoral. Pasó la misma, y tres meses más, y seguimos esperando que se ponga en práctica.
Pero la cosa va más allá, puesto que no sólo no la han puesto en práctica, quizá –eso piensa esa ‘mala gente’ que anda suelta— porque en las próximas elecciones generales los inmigrantes no pueden votar--, sino que además, desde que se produjeron cambios sustanciales que han dejado al PP en la oposición en algunas CC.AA., desde el pasado 27 de mayo, en cinco de ellas –Cantabria, Valencia, Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha— se han adelantado y han empezado a dar cobertura a los llamados irregulares.
¿Cuál ha sido la reacción del PP? ¿Agradecer que se haya puesto en marcha una medida que ellos habían prometido? ¿Premiar a estas CC.AA. por coincidir con su deseo? Y una leche… Al revés, se han cabreado, por dos motivos. Primero, porque les han desarmado y descubierto haciendo ver que se podía hacer algo que el PP había prometido y no hacía sino dar largas, y segundo, porque les jode que haya CC.AA. capaces de tener la sensibilidad que a ellos les falta con los inmigrantes y eso les puede dejar en mal lugar.
Pues bien, aunque sea difícil de creer, no sólo les han llamado la atención, además les han amenazado con acciones judiciales, con comunicarlo a Interior y les expulse, y con supuestas multas desde la Unión Europea por dar cobijo sanitario a inmigrantes ilegales, olvidando que fue lo que ellos prometieron, y a sabiendas de que es muy improbable que Europa actúe. Incluso llegan a decir que se trata de uniformar a todas las CC.AA., y como siempre quieren que la decisión para todas sea la de no atender a los “irregulares”, olvidando que quien tiene que tomar esa decisión son las propias CC.AA., que tienen transferidas la competencia de Sanidad. Salvo que lo que quieran –y no me extrañaría—, fuera recuperar la competencia en los temas sanitarios.
Hablan de posibles multas de la UE a estas CC.AA. olvidando que la única multa importante que desde Europa se ha impuesto por cuestiones sanitarias fue la que le aplicaron a la Comunidad Valenciana –entonces gobernada por el PP—, por ocultar el déficit de sus cuentas.
La cuestión es clara, y lo han demostrado al elegir al candidato de las próximas elecciones catalanas, han decidido optar por la recuperación electoral de la parte más extrema de su derecha, por recuperar votos que hoy se quedan en casa o han ido a Vox, por esos que sienten que los inmigrantes son los causantes de la mayoría de los males y que lo mejor es que no existieran.
Les importa un bledo la vida o la salud de los inmigrantes. Esos no son de los suyos. Basta ver su color de piel. Ellos están para defender los derechos de su gente, y ésta no tiene problemas de cobertura sanitaria, que para eso paga una medicina privada que, por cierto, a menudo actúa apoyada por una supuesta sanidad pública. ¡Qué felicidad! ¡Vivan los mundos de Yupi!
Salud y República