Libertad, derechos humanos, democracia. En boca de los peperos son palabras ciegas con mirada muda. Y las repiten con tanta desvergüenza que como mitómanos, algunos de ellos y muchos de sus afiliados y votantes llegan a creérselo.
Lo que ocurre es que aunque ellos no piensen así, no se puede ser juez y parte, so pena de ser acusados de manipuladores, trileros y farsantes. No es precisamente el PP, ni tampoco sus adversarios, quienes deben enjuiciar su verdadero apego a los principios y valores humanos.
Qué mejor que sea una institución internacional de prestigio la que haga un balance de cómo se cumplen los derechos humanos en los distintos países.
Y ha sido el Comité de Derechos Humanos de la ONU quien ha puesto el punto sobre las íes, y ha criticado la gestión pepera sobre los derechos humanos que el gobierno, con su mayoría absoluta, está imponiendo a los ciudadanos.
Dicho comité internacional no ha dejado títere con cabeza y critica severamente las decisiones del gobierno en el terreno de los DD.HH. Ya sé muy bien que este gobierno pepero tiene otras preocupaciones como para andarse con zarandajas en el terreno de la sensiblería y la solidaridad. Lo que importa es la macroeconomía, y más si los datos positivos favorecen a los poderosos, los grandes empresarios y los amiguetes.
No es posible jugar a todos los palos. Si estamos consiguiendo más beneficios para las grandes empresas, más flexibilidad en el mercado del trabajo, más “movilidad exterior” que nos baja el paro, no se puede estar en todo. Nuestra atención y prioridad está en ello. No se puede dedicar esfuerzos a cuestiones banales.
Pues sí, este anterior párrafo parece ser el pensamiento del gobierno y su partido a tenor por su comportamiento. Y así se lo hace ver la ONU que desde la comisión pertinente le acusa de no tener sensibilidad y de saltarse los derechos humanos con sus leyes y sus acciones.
Les da collejas hasta dejarles el pescuezo colorado:
- Incumplimiento del Pacto derivado del Art. 10 de la Constitución
- Incumplimiento del segundo plan de derechos humanos
- Eliminación de la discriminación racial o étnica (práctica de controles policiales basados en perfiles étnicos y raciales; discriminación en el acceso a la vivienda, educación, empleo y salud pública)
- Crítica a la reforma de la ley del aborto (mujeres de 16 y 17 años deben tener autorización paterna para interrumpir el embarazo)
- Crítica a la violencia policial ejercida en las manifestaciones
- Preocupación por los indultos que se conceden a policías condenados por delitos de tortura, y consejo de que se eliminen estas medidas de gracia por reprochables.
- Crítica a la ley de seguridad ciudadana conocida como ley mordaza (ejerce disuasión en los derechos de libertad de expresión, asociación y reunión, por el uso excesivo de sanciones administrativas de muy alto importe)
- Critica las lagunas y deficiencias en la búsqueda, exhumación e identificación de personas desaparecidas (incumplimiento de la ley de la Memoria Histórica)
- Recomienda poner fin a la ley de Amnistía de 1977 para que se enjuicien a los responsables del genocidio franquista.
- Muestra su preocupación por las expulsiones en caliente de los inmigrantes, los vuelos de deportación que se realizan sin las suficientes garantías y pide que se abra una investigación efectiva sobre los hechos de El Tarajal.
- Expresa preocupación por las numerosas denuncias que se producen en los CIE (Centros de Internamiento para Extranjeros)
En fin, como puede verse un rosario de incumplimientos, excesos, delitos y faltas contra los Derechos Humanos que parecen propios de un país no democrático. Sin embargo, ahí están, repitiendo con insistencia palabras como: Libertad, derechos humanos, democracia. Justo sus carencias.
Ya saben, otro refrán aplicable al peperío: “Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”
Salud y República
Artículo 10 Constitución Española-
La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.
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Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.