En el norte se vive mejor que en el sur por una razón muy sencilla, arriba la gente es más educada que abajo, más respetuosa de la ley y el orden, y más emprendedora. No se trata de que abajo fueron colonias, arriba también los hay que fueron colonias. No se trata que los del norte explotan a los del sur, se trata, sencillamente, que la gente del norte es mejor que la gente del sur. Así de cabrona es la verdad.
Los gobiernos del sur son malos, corruptos, mediocres, porque quienes los componen son también del sur, matemática pura, no se trata de gobiernos malos, se trata de que somos del sur. En un entorno así, los del norte bien podrán decir ¡que se jodan por indios!, y no carecerían de razón moral para ello porque arriba se trabaja más, se respeta más, se produce más y se avanza mucho más.
Personalmente admiro al norte, no me molesta ni un poquito su riqueza, su vida loca, su sabrosura, en todo caso y pa’ ponerme hasta amarilloso yo también, no me molesta su hegemonía. Pero creo que ser rico tiene su precio. Para el rico es menos incomodo, y mucho más sostenible, vivir rodeado de ricos que vivir rodeado de pobres, y si le toca sin remedio vivir rodeado de pobres, sería más llevadera y tranquila la vida para el rico si los pobres fueran menos en número y en cantidad de pobreza.
Si bien la primera opción, el que se jodan, el desprecio, el poner muros, cerrar fronteras a deportar a millones es lo que comprensiblemente les pida el cuerpo, no seria, ni es, una solución sostenible y efectiva. El mundo es lo que es, con los indios también hay que arriar. Yo creo que es más inteligente ceder un poco, y por poner un solo ejemplo, que la balanza comercial se incline un poco para el lado pobre del mundo. Eso no sería en aras de ayudar a los pobres del mundo, sino para que los ricos no tengan que aprender a hablar idiomas de pobres. Todo en este mundo tiene un precio, hasta ser del norte.
Evelio
Costa Rica