Revista Comunicación

El precio de la democracia

Publicado el 14 julio 2016 por Jose Salgado @exelisis

Creo que fue Wiston Churchill el que dijo que la democracia es la peor forma de gobierno a excepción de todas las demás. Es una idea con la que estoy básicamente de acuerdo, no es un sistema perfecto pero visto el historial que tenemos, es la opción menos mala. Aceptando esta teoría, y volviendo a usar al antiguo primer ministro de Inglaterra, el mejor argumento en contra de la democracia es una conversación con el votante medio.

Estoy escribiendo el post el domingo, el día de las elecciones en España y mientras todavía estamos digiriendo el resultado del brexit. Quizás sea anécdota, pero veo cada vez más testimonios de personas que se arrepienten de haber votado leave, que lo habían hecho más por fastidiar y porque nunca pensaron que dejarían la UE. Sumado a esto, tenemos a los políticos que hicieron campaña a favor de enviar a la Unión Europea a freír espárragos intentando argumentar que lo que dijeron en campaña no era necesariamente cierto, que los millones que dejarían de pagar no irían directamente al NHS y otras tantas lindezas que soltaron en el frenesí de ganar a cualquier precio.

Con todo esto, mi fe en la democracia correlaciona muy mucho con el nivel de sus ciudadanos. Cuanto más formado está un país, cuanto más conocimiento tienen los ciudadanos, estos tomarán siempre, o casi siempre, la mejor decisión posible. Quizás no la solución ideal para toda la sociedad, pero como mínimo la más útil para él sin caer en tópicos, eslogans y demás estrategias de comunicación.

Lo lamentable es que si miramos el nivel del electorado, yo incluido, no es que haya mucha esperanza de tener una democracia de calidad. No me refiero a que los políticos que tenemos sean realmente malos, que lo son, sino que son el reflejo de una sociedad básicamente encerrada en cuatro frases que repiten como loros en función del partido político que más le gusta.

Sumado a todo este lodazal, están los que prometen el paraíso en esta vida a base de hacer promesas que son básicamente imposibles de cumplir. No se si lo hacen porque son conscientes de que no pueden ganar o porque son demasiado idiotas como para darse cuenta o lo peor, piensan que somos demasiado estúpidos y que nos tragaremos sin dudar cualquier tontería que nos digan. Pero no deja de ser curioso que el partido más radical ha empezado a suavizar posturas en cuanto he visto posible que va a tocar poder, y quizás por esto ha rebajado la demagogia no sea que luego le vengan con la hemeroteca y les saquen los colores.

Reconozco que tengo unas ideas políticas que parten de la base de que no todos somos iguales y ni falta que hace, pero que si es necesario que todos tengamos las mismas oportunidades. Esto de afirmar que todos somos iguales y que todos somos maravillosos me parece un ejercicio de pensamiento mágico que me asusta bastante, hay gente inteligente, buenas personas, malas personas, y no hay dos personas iguales. Lo de proponer soluciones globales a lo loco me parece una mala práctica porque no favorece para nada la iniciativa personal, ni motiva el trabajar para ser la mejor versión de uno mismo.

Es por esto que hasta que no tengamos un sistema educativo que fomente la diferencia, que haga brillar a los que realmente destacan -independientemente de su nivel social- y ayudar a los que no pueden llegar para obtener una formación mínima, conseguir que cada uno de nosotros encontremos ese área que nos convierte en únicos y especiales, y por supuesto fomentar el pensamiento crítico, sin no tenemos nada de esto nos faltará elprimer paso para tener una democracia mínimamente decente.

Educación subvencionada para todos con un nivel de exigencia alto, que el factor económico no sea un filtro de acceso a ningún tipo de formación, pero que a su vez, solo permita entrar a los que tienen la actitud, la capacidad y las ganas de aprender. No es de recibo tener a gente dando vueltas por los colegios y las facultades sin más ánimo que ir paseando por los pasillos, si el estudiante es válido hay que darle toda la educación gratis, y sino tiene nivel, o se le expulsa -o si somos políticamente correctos se le reorienta a otras áreas, que no siempre es necesario tener dos masters y un doctorado- o se le hace pagar el gusto y la gana por el mero hecho de respirar el aire de esos pasillos.

Hasta que esto no se consiga, tendremos diferencias en la educación y esto nos va a dar personas formadas con distinto nivel en función de la escuela a la que van, del dinero que tienen y por consiguiente, distinta capacidad de pensar de forma crítica.

Todo esto nos lleva a una fotografía de la sociedad española bastante deprimente, personas que no tienen capacidad crítica, que no saben poner en duda lo que ven en los medios, y que compran ideas irrealizables porque suenan bien y no les requiere esfuerzos.

Como anticipo, tengo la sensación de que estas elecciones van a ser un ejemplo de esto, de personas que están encalladas en un modelo cognitivo y no saben cambiar ni criticar las ideas que tienen. Los resultados en porcentajes van a ser bastante parecidos a las anteriores elecciones y la única diferencia vendrá al aplicar la ley electoral que dará más escaños a algún partido por un simple truco estadístico más que por un trasvase de votos.

Con este panorama, tenemos al Mariano que no se va a marchar ni con agua caliente, con lo que el pacto entre Cs y PSOE va a ser imposible. Cs no va a pactar con PSOE si pacta con Podemos y además, ellos dos no pueden formar gobierno, con lo que la opción que nos va a quedar -y eso si suma- es que pacten PSOE más Podemos con algún partido nacionalista.

Si nos reíamos de los ingleses por el brexit, vais a ver las risas que se van a hacer ellos a nuestra costa.

[1] Referendum en el Reino Unido sobre si hay que salir de la Unión Europea o quedarse, y el resultado ha sido el primero.

[2] Sistema nacional de salud pública.

[3] Night of the Living Dead


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