“¿Cuánto pagaste por esa comida? Bueno, él pagó con su vida”.
-Anónimo.
Parecería injusto ponerle precio a un animal, pero aun así lo hacemos. Dentro de nuestra cultura es lo “normal”. Entendiendo por normal lo común, y por común lo que hace la mayoría.
No nos inmuta ver en un mostrador una exhibición de cadáveres asesinados de formas inhumanas, que son vendidos dependiendo su raza y tamaño. Me refiero a un mercado.
Me parece curioso cuando alguien dice: “¡El pollo está carísimo!” Yo me pregunto cuánto vale una vida para esa persona, porque yo no podría ponerle precio. Cada vida es invaluable.
Otra cuestión interesante es nuestra racionalización hacia los animales domésticos. Creemos que ellos son diferentes a los demás animales. Ellos no merecen morir.
Leí una noticia sobre un hombre que mató a un gato y recibió una sanción de 16,000 pesos. Esto es ridículo. Cada día son asesinados 152´000,000 de animales para el consumo humano y nadie hace nada, pero cuando matan a un gato se enciende la indignación de la sociedad y comienzan a pedir la cabeza del culpable.
Aclaro que no estoy despreciando la vida de un gato, simplemente me gustaría que aplicaran el mismo juicio con el gato que con las vacas, cerdos, pollos, corderos, pavos y peces que son asesinados brutalmente cada segundo.
El veganismo es un estilo de vida libre de sufrimiento animal, tanto en la comida como vestimenta y cosméticos. No utilizamos productos que involucren animales porque creemos que debemos respetar la vida de los demás (tanto humanos como no-humanos).
Estamos inclinados hacia la paz e igualdad. No somos una secta ni una moda. No hay un líder ni charlamos entre nosotros. Es una decisión individual que crea un colectivo de personas que quieren cambiar el trato hacia los animales.
Si quieres iniciar al veganismo o tienes dudas, aquí abajo dejo mi correo para que te comuniques conmigo.