Pregón: (m). Promulgación o publicación que en voz alta se hace en los sitios públicos de algo que conviene que todos sepan. || 2. Discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se le incita a participar en ella. || 3. Proclama o amonestación canónica de próximo matrimonio, en que se leen los nombres y circunstancias de quienes han de casarse. || 4. ant. Alabanza hecha en público de alguien o algo. (DRAE).
Su origen se remonta a la antigüedad, cuando el hombre comenzó a necesitar dar publicidad a lo que hacía.
Los arqueólogos han encontrado numerosas muestras de esta publicidad en anuncios pintados en los muros de la antigua Roma.
Pero apareció otro método de pregonar y apoyado en la primera acepción los invito a un día común en la manzana donde vivo. Allí los pregoneros nos permiten vivir sin reloj.
El día comienza, para todos, a las 6: 30 a.m. Cuando se escucha a la vecina del número 12 anunciando a todos que ya tiene colado el café.
- «El café más rico del barrio, tómelo ahora que se acaba».
Ya acercándose las 8 se escucha al panadero:
- «Traigo el pan caliente para su leche hirviendo».
El que anuncia la hora 9 si es exacto:
- «Lechugas, calabazas, aguacates, limones, cebollas, cebollinos, boniato, ajo, ají; todo lo traigo aquí», todo eso lo dice sin parar, toma un respiro y… «también tengo frutas, la piña, el mango, el plátano, la guayaba, no se me queda nada».
A las 10 pasan tres personas vendiendo útiles del hogar:
- «escobas, frazadas para limpiar, percheros para ropa, jarros grandes y pequeños y todo lo demás».
Ya cerca del mediodía 11 de la mañana pasan los colchoneros:
- «Se arreglan todo tipo de colchones, los arreglamos a domicilio, solo díganos dónde y allí estamos».
La contagiosa melodía del amolador de tijeras anuncia la llegada mediodía.
Siendo ya hora de almuerzo pasa, ocasionalmente, el tamalero:
- «Taaamales, tamaleroo, compren su tamal caliente señores y me pedirán más».
Las tres personas que pasaron a las 10 con los trapeadores y las escobas regresan a las 2 de la tarde.
Exactamente a las 3 un pastelero:
- «Pastelero, toma tu pastel de guayaba, suave y fresco, tu pastel aquí».
Siempre entre las 3 y las 4 tarde una pareja joven camina, (uno por cada acera):
- «Se compran todo tipo de aparatos electrodomésticos rotos, no vaya a botarlos, los compramos nosotros».
Y también a esa hora se escucha uno que va en bicicleta:
- «Compro cualquier tipo de joya antigua, si es familiar puede pedir más».
A las 5 otro que vende pasteles; este pregona así:
- «Pasteles, pasteles, pasteles, pasteleees; y lo repite: Pasteles, pasteles, pasteles, pasteleees».
El de las 6 y 30 de la tarde es más pegajoso en su pregón:
- «Chicharritas de coditos; ME QUEDAN 97 NA MÁ».
El panadero de las 9 llama a LAS VECINAS:
- «¡Vecinaaaa! ¡Aquí está su panadero! ¡Después no diga que no pasó!»
Y ya casi para acostarnos, a las 11 de la noche, otro panadero:
- «¡Que nadie se acueste sin comprar el pan para el desayuno! Si me compra uno me compra dos».