Revista Comunicación
Lo más difícil en una empresa es valorar el riesgo, pero para tener éxito hay que gestionarlo eficazmente. A lo largo de mi vida empresarial me he encontrado con directivos que se pasaban media vida meditando y cuando tomaban una decisión ya era demasiado tarde, habían perdido la oportunidad de tener éxito de adelantarse al mercado. Me considero una persona de acción prefiero actuar antes que esperar sentado a que las ideas vengan a mí, eso sí, sin renunciar a la reflexión antes de actuar…Por eso me sorprende la posición dominante de muchas empresas del “status quo” que lo consideran una buena opción. Es posible que no hacer nada no sea siempre el curso de acción más emocionante o provechosa, pero puede ser aceptable. Para el cavernícola, tiene mucho sentido, “a menos que yo haga algo al respecto, el futuro seguirá siendo como el pasado. He sobrevivido al pasado, de modo que todo va bien”.Un ejemplo de lo que quiero decir; la semana leía una noticia en un diario económico que decía “El solo quiero mirar se va a acabar… Ir de tiendas, revolverlo todo un rato y salir con la cabeza bien alta mientras el dependiente o dependienta re coloca el material puede tener los días contados. Y es que un comercio australiano ha establecido una arriesgada estrategia, cobrar 5 dólares australianos a sus clientes que salgan con las manos vacías. La tienda harta de que la gente tomara como referencia, para saber lo que le gusta y luego comprarlo todo más barato en otra parte, ha decidido establecer esta especie de fianza, que se descuenta al cliente si finalmente adquiere algo.”Esa es la mejor manera de mostrar lo que quiero decir, esta empresa australiana dejo pasar el tiempo y luego actuó, tal vez demasiado tarde. Seguramente se perdieron reflexionando ¿Qué pasa si hacemos esto? o tal pensando ¿Qué pasa si no lo hacemos?... y mientras un nuevo modelo de negocio les deja fuera del mercado.