
Rummenigge sabe que la llegada de Guardiola exige aún más al equipo: "Tenemos que mantener la calma y ser soberanos para manejar la presión que ha aumentado con el prestigio del nuevo entrenador, los nuevos jugadores y el éxito de la temporada pasada", dijo Rummenigge.
Rummenigge admitió que, al menos, la defensa del título de la Bundesliga es prácticamente una obligación para su equipo. "Eso es algo que se nos exige y el Bayern tiene que asumir el reto", destacó.
El primer título que el Bayern podía conseguir, la Supercopa alemana, fue a parar a las vitrinas del Borussia Dortmund por lo que otro tropiezo no sería bueno para el equipo de Guardiola.