Hoy se celebra en Compostela el 25 aniversario de la creación de la Coordinadora Galega de ONGD. Por circunstancias laborales me será imposible asistir y la verdad que bien que lo siento porque seguro que era una oportunidad para volver a ver a algunos y algunas que hace unos años estábamos metidos en esos fregados solidarios.
Bien es sabido que en la actualidad mi actividad profesional se encuentra alejada de este mundo solidario, pero la verdad es que algo siempre queda después de estar unos cuantos lustros vinculado a las ONG. Para algunos que me conoceis a partir del 2010 esta faceta pasada de mi vida os es desconocida, pero para otros/as seguro que si os suena. De hecho este blog nació en 2009 con mis escritos sobre marketing y planificación dirigidas a las ONGD, lo podeis comprobar en el archivo, aunque como dije anteriormente mi actividad actual dista de estos orígenes. Y es por ello lo de escribir este post, en cierta manera como reconocimiento a ese puñado de personas que han hecho posible (a veces contra viento, marea y presupuestos públicos) que la Coordinadora Galega de ONGD cumpla hoy 25 años.
Para conocer un poco la historia de la Coordinadora os remito a este enlace de la web Galicia Solidaria, en el que de una forma sintética nos cuentan estos 25 años de historia. Yo por mi parte voy a escribir unas lineas quizás más personales sobre mi paso por ella, también es necesario decir que llegué a ella cuando ya estaba rodada y la verdad que me toco vivirla en la etapa de las vacas gordas de la cooperación internacional (aunque en Galicia nunca llegaron a ser lo gordas que podían haber sido).
Para escribir estas lineas, esta tarde me puse a recuperar carpetas con papeles (sí, los papeles se usaban mucho en aquellos tiempos) y también algún disco duro con documentación y algunas fotografías y la verdad que me vinieron a la memoria reuniones, personas, asambleas, escritos…. y ya os digo que ni por asomo fui una persona tan implicada como otros en al gestión y el día a día de la Coordinadora.
Sobre todo para mí, el paso por la Coordinadora supuso conocimiento y aprendizaje. Conocimiento de entidades de diversa índole que hacían un tipo de cooperación que en muchos aspectos distaba bastante de como hacíamos las cosas en la entidad a la que yo pertenecía. Conocimiento de personas con una gran valía profesional que se dejaban horas y días en sus organizaciones con un objetivo común, aunque con diferentes enfoques. Aprendizaje de como poder hacer una cooperación diferente. Aprendizaje del valor de todas y cada una de las personas con las que compartí una mesa durante esos años. Y por supuesto, no puedo olvidar la primavera del 2009 en un momento duro (por qué negarlo) en que ya fuera de la entidad a la que pertenecí y representé durante años, los compañeros/as de directiva y de otras ONGD me dieron esas muestras de ese afecto por los años vividos y trabajados que no me mostraron en la entidad en la que estuve largos años.
Aunque ya me fallan las fechas y los años, mis primeros contactos con la Coordinadora es de finales de los años 90 en alguna comisión evaluadora de proyectos y en alguna feria de ONGD que en aquellos años se empezaban a organizar. A partir de esos momentos era el representante de mi entidad en la Coordinadora. Eran años de asentamiento de la misma, de pobreza presupuestaria y de desarrollo de las entidades en la sociedad. Durante estos años, con Emilio Martínez de presidente, con una mínima estructura y con una máxima implicación se sentaron las bases del desarrollo de los años posteriores.
Ya pasados casi 15 años se pueden contar algunas cosas ya desde un punto de vista personal. Teniendo en cuenta la entidad a la que pertenecía, me costaba mucho explicar en esta entidad la necesidad de estar presente en la Coordinadora y la necesidad de la existencia de la misma, así como la implicación activa en sus actividades. A veces cuando intentaba explicar internamente la necesidad de un interlocutor único, de un trabajo coordinado, de estar presentes en iniciativas, de adherirse a campañas, de decir que no éramos necesariamente los reyes del mambo y que fuera en la sociedad había un buen número de entidades que en mayor o menor medida y dependiendo de sus capacidades hacían un trabajo necesario y destacado….me sentía un poco marciano. Y esa parte solidaria que no tenía o no veía en mi entidad, sí la tenía en mis contactos con la coordinadora.
Si me viene a la memoria una comida en el Restaurante A Tulla en Compostela un otoño del 2005, se preparaba un relevo en la directiva y nos juntaron y nos juntamos un grupo de los que por entonces (aunque ahora ya vamos viejos) estábamos en la “pomada”. Emilio, Xosé María, José Presedo, José Luis, Maika, Pepe (que tristemente falta entre nosotros) y el menda…entre otros que recuerde. De esa comida salió la estructura de la nueva junta directiva con un nuevo Presidente Xosé María Torres y aun no sé el porqué a mi me tocó estar de Secretario. Desde ese momento y hasta el 2009, como dije anteriormente, tuve la suerte de vivir la etapa de las vacas gordas: aumento de presupuesto, de personal técnico, de publicaciones, campañas, actividades… de las horas de reuniones con la administración, intercambio de mails, de presencia en el Consello Galego de Cooperación con todo lo que significó durante esos años.
Noticia de la nueva directiva de ese año 2005
Fueron años, que hoy echando la vista atrás y viendo fotografías de nuevo me hacen esbozar una ligera sonrisa y pensar que con aciertos y errores haber contribuído minimamente a poder desarrollar el sector de la cooperación en Galicia compartiendo con un grupo de personas de las que aprendí mucho y me enriquecieron tanto personal como profesionalmente.
Siento profundamente no poder estar esta noche ahí con muchos de vosotros, pero os envío esta pequeña fuerza de uno que ya está al otro lado de la barrera, pero sabe lo que cuesta sacar adelante el trabajo que se desarrolla desde el tercer sector.
Saúde e Forza e parabens por eses 25 anos!!!
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