El día 10 de agosto de 1962 se publicó el número 15 de la revista Amazing Fantasy. En aquel número hacía su aparición por primera vez el personaje de Spider-Man de la mano de Stan Lee y Steve Ditko.
Ignorado por sus compañeros de facultad, Peter Benjamin Parker es un joven científico huérfano que vive en casa de su tío Ben y su tía May. Durante una muestra de ciencias es mordido accidentalmente por una araña radioactiva y a consecuencia de ello adquiere la agilidad y la fuerza proporcional a la de un arácnido.
Parker pronto descubre su nueva y fantástica capacidad para adherirse a paredes y techos. Gracias a sus conocimientos científicos, desarrolla un dispositivo que le permite disparar cintas adhesivas, semejantes a telas de araña, gracias a unos pequeños recipientes montados en sus muñecas, y con los que consigue desplazarse a grandes distancias e inmovilizar objetos y personas.
Presumiendo de sus asombrosos poderes, Parker se muestra indiferente ante la presencia de un delincuente que se cruza en su camino, ignorando la reprimenda del policía que lo perseguía. Poco después, el mismo malhechor que había dejado escapar roba y mata a su tío Ben. Es entonces cuando entiende que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, el proverbio que le acompañará siempre en todas sus aventuras.
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