Revista Cultura y Ocio

El primer detective de la literatura

Publicado el 19 mayo 2017 por Desequilibros
Edgar Allan Poe cambió la historia de la literatura al escribir el relato Los asesinatos de la Rue Morgue, y da vida en él al caballero Auguste Dupin, reconocido unánimemente como el primer detective de la literatura, y que sienta el precedente de todos los que le siguieron después.
Aunque heredero de toda una tradición literaria anterior, Dupin es el primero que utiliza técnicas de investigación modernas, científicas y basadas en la deducción racional, lejos de los obsoletos métodos preexistentes, que carecían de todo rigor analítico.
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Desde la antigüedad clásica hasta nuestros días, pasando por las literaturas de prácticamente todas las culturas, son numerosos los sucesos que fueron merecedores de investigación por parte de alguna mente audaz.
El primer detective de la literaturaY muchos son los detectives e investigadores que han nacido en las páginas de obras literarias del más variado pelaje: desde reyes griegos a miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, pasando por héroes épicos, príncipes orientales, detectives profesionales, investigadores aficionados, viejecitas venerables, monjes y sacerdotes, periodistas, escritores…
El género policiaco cobra carta de naturaleza en el siglo XIX, aunque son numerosos los antecedentes que pueden considerarse de una forma u otra como relatos o pasajes detectivescos. Y el cine y la televisión han contribuido de forma notable a mitificar a sus protagonistas.
• Pero ¿qué se entiende por novela policiaca o relato detectivesco?
Este género presenta algunas características comunes a todas las obras y autores que a él pertenecen: alguien que investiga un suceso, normalmente luctuoso y/o cruento; acontecimientos que suponen una grave infracción de la “legalidad” vigente; ambientes sociales convulsos y cierto nivel de conciencia crítica respecto a la realidad en la que tienen lugar los acontecimientos. Y, por supuesto, algunas oportunas casualidades y confesiones inesperadas.
Pero no pretendemos hacer un estudio canónico del tema, sino trazar una breve semblanza de los antecedentes, origen e influencia en la literatura del, acaso, género de mayor éxito en la actualidad.
• Antecedentes
Siglo V a.C. Sófocles. En su tragedia Edipo rey, el protagonista descubre la terrible verdad sobre sus orígenes y desvela el misterio de un asesinato y de un caso de incesto. Los métodos que utiliza para resolver el caso no se pueden calificar de científicos pero no cabe duda de que estamos ante un claro ejemplo de investigación detectivesca, aunque los resultados no fueran los que el protagonista esperaba.
Siglo I a.C. La Eneida. En el libro VIII de esta obra de Virgilio, el “terrible medio humano” Caco protagoniza un ingenioso robo, resuelto en buena lid por la pericia del héroe de turno. Este ladrón mitológico es el que da origen a la expresión “la Cueva de Caco”, por ser allí donde escondió lo robado, y al término “caco” como sinónimo de ladrón que roba con destreza: condujo a su cueva a las cuatro parejas de bueyes que había robado arrastrándolos de espaldas por el rabo, para que no dejaran huellas nuevas que condujeran a su escondite.
El primer detective de la literaturaEdad Media. En las decimoctava y decimonovena noches de Las mil y una noches, Scheherezade relata un suceso misterioso y cómo se resolvió. Se trata del cuento Las Tres Manzanas, que desvela en pocos días el crimen de una joven que aparece “muerta y despedazada” dentro de un cofre sacado del río por un pescador. De nuevo, encontramos todos los ingredientes de una investigación con intrigas, mentiras y verdades ocultas.
El cuento tradicional persa Los tres príncipes de Serendip, narra, en el siglo XII, cómo los tres hijos del Rey de Serendip (la isla de Ceilán, actual Sri Lanka) son enviados por su padre a conocer otras tierras y otras culturas, y cómo, gracias a su ingenio, van descubriendo cosas que no buscaban, hasta desvelar, no sin pasar por diversos contratiempos, el misterio del robo de un camello en Persia.
Este relato es el origen del término Serendipia, que se aplica para referirse a un descubrimiento o hallazgo afortunado o inesperado, que se produce como consecuencia de la sagacidad, cuando se está buscando una cosa distinta.
Siglo XVIII. Un tal François Marie Arouet, más conocido por su pseudónimo como uno de los padres de la Ilustración, Voltaire, escribe una obra titulada Zadig o el destino. Este personaje, que lo único que persigue es la felicidad, se ve envuelto en mil y una peripecias y tiene que desentrañar numerosos entuertos para poder conseguir su objetivo.

Eugène-François_Vidocq

Eugène-François_Vidocq

Y llegamos al siglo XIX y a un personaje real, fundamental para el devenir del género literario que nacería inspirado en él. Se trata de Eugène-François Vidocq, individuo de pasado delictivo, reconvertido en investigador privado y finalmente fundador y primer director nada menos que de la Sûreté Nationale, la Policía Nacional de Francia. La peripecia vital de Vidocq sirvió de inspiración a Víctor Hugo para trazar el perfil de Javert y Jean Valjean, principales protagonistas de Los Miserables.
Pero, sobre todo, Eugène-François Vidocq fue el modelo en que se basó Edgar Allan Poe para crear a Auguste Dupin, el primer detective de la literatura mundial.
• Edgar Allan Poe y el Chevallier Auguste Dupin

El primer detective de la literatura

Facsimil del Manuscrito de
"Los asesinatos de la Rue Morgue" de Allan Poe

1841. Estados Unidos. Allan Poe, Edgar “a poet”, como él prefería que le llamaran, le da una nueva vuelta de tuerca a la historia de la literatura. Escribe el relato Los asesinatos de la Rue Morgue, y da vida en él al caballero Auguste Dupin, reconocido unánimemente como el primer detective de la literatura, y que sienta el precedente de todos los que le siguieron después. Dupin es el primero que utiliza técnicas de investigación modernas, científicas y basadas en la deducción racional, lejos de los obsoletos métodos preexistentes, que carecían de todo rigor analítico.
Por desgracia, Dupin no apareció más que en tres relatos: el mencionado Los asesinatos de la Rue Morgue y sus secuelas, El misterio de Marie Rogêt y La carta Robada.
Poe murió joven y sin ser consciente de haber inventado un género literario. Las andanzas de Dupin son anteriores, incluso, al uso del término detective. Ese mérito corresponde a Charles Dickens, que fue el primer escritor en utilizar esa palabra en sus novelas.
Poe describió a su protagonista como un hombre de gran talento, inteligencia y sagacidad, así como poseedor de una gran intuición; de carácter esquivo, es capaz de adentrarse en la mente del criminal y de adivinar los pensamientos de los demás siguiendo una lógica deductiva. Sus dotes de observación le hacen reparar en aspectos que han pasado desapercibidos: detalles insignificantes, el lenguaje corporal, datos relevantes escondidos en un rutinario informe o la contradicción oculta en una distraída palabra pronunciada a destiempo.
¿A que les resulta familiar?
• Herederos 
Después de Auguste Dupin, innumerables personajes han visto la luz tomando como modelo las características establecidas por Poe para su detective.
Sherlock Holmes
El primero y más importante, Sherlock Holmes. El propio Conan Doyle reconoció esta deuda cuando el Dr. Watson compara a Holmes con Dupin en Estudio en escarlata, primera aparición de la famosa pareja. ¿Cómo creen que responde Holmes a este aparente piropo?: “no hay duda de que crees que estás halagándome... En mi opinión, Dupin era un tipo bastante inferior”. Una respuesta “muy Holmes”.
No obstante, fue Conan Doyle el que escribió: “¿Dónde estaba la historia de detectives hasta que Poe le insufló vida? Auguste Dupin en el primer detective de la historia”.
También Sergei Eisenstein, el director una de las mejores película de la historia, El acorazado Potemkin, afirmó: "Las primeras fórmulas clásicas de la novela policiaca son de Edgar Allan Poe. Todas las demás cosas de este género parten de Poe".
En las décadas posteriores y hasta nuestros días, más de siglo y medio después, el elenco de detectives e investigadores es enorme, sus personalidades y peripecias diversas y sus métodos más o menos refinados. Pero todos ellos tienen como origen común al Dupin de Poe.
La nómina incluye, sin ánimo de profundizar:
Sam Spade, de Dashiell Hammett, interpretado por Humphrey Bogart en la versión de El halcón maltés dirigida por John Huston.
Philip Marlowe, el poeta y bebedor detective privado creado por Raymond Chandler y continuador de la tradición iniciada por Hammet en la novela estadounidense.
H. Bustos Domeq: Borges y Bioy Casares
Isidro Parodi, el perspicaz recluso creado por H. Bustos Domeq, pseudónimo bajo el que se ocultaban los genios de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.
Hercule Poirot y Miss Marple, de Agatha Christie.
Porfiry Petrovich, personaje de Crimen y castigo de Dostoevsky.
El ínclito James Bond, de Ian Fleming.
Rick Deckard, el detective protagonista del relato Sueñan los androides con ovejas eléctricas, de Philip K. Dick, llevada la cine como Blade Runner.
Elijah Baley, el detective de la serie de Robots de Isaac Asimov.
Jules Maigret, el comisario francés de Georges Simenon.
El inspector de policía Dick Tracy, de Chester Gould, que comenzó sus andaduras como tira de prensa.
El Padre Brown, sacerdote católico de gran agudeza. Fue creación de G. K. Chesterton, y está inspirado en un personaje real, de gran influencia en el propio Chesterton.
Hanshichi, astuto inspector creado por Okamoto Kidô, personaje inspirado en Sherlock Homes, cuya arma es únicamente su ingenio.
primer detective literatura
Guillermo de Baskerville, el altivo e intrépido monje franciscano protagonista de El nombre de la Rosa de Umberto Eco. Su apellido es un evidente guiño a uno de los casos del personaje en que se inspiró.
Mikael (Kalle) Blomkvist y su compañera Lisbeth Salander, de la Saga Millenium de Stieg Larsson. Su nombre de “Kalle” Blomkvist es también un homenaje al niño-detective que aparece en varias novelas infantiles de Astrid Lindgren.
También la literatura española tiene sus productos propios: El Pepe Carvalho del antes “novísimo” Manuel Vázquez Montalbán; Daniel Ros Martí, periodista y profesor, que aparece en las obras de Jordi Sierra i Fabra; o la creación de Lorenzo Silva: Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro.
Muchos han acabado de una forma u otra en el cine; incluso nacieron allí, como el Inspector Clouseau, de Blake Edwards. Otros le deben la vida a la televisión: ¿recuerdan a Kojac, Colombo, el CSI, Richard Castle, El mentalista, Jessica Fletcher, el Inspector Gadget, Scooby Doo…?
Pero todos son herederos del genio del narrador que quiso ser poeta: Edgar Allan Poe y su Auguste Dupin.
Permítanme terminar com una curiosidad: Violet Strange tiene el honor de ser la primera detective de la historia de la novela policíaca. Apareció en la novela The golden slipper, publicada en 1915, de la norteamericana Anna Katharine Green.
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Para saber más: 
Los detectives más interesantes del cine y los libros.
La evolución del detective en el género policiaco.
Mis detectives favoritos.
Especial detectives, en serienegra.es
Detectives literarios.
• Novela policíaca. Guía de recursos bibliográficos.
Poe no inventa el cuento y el delito; al detective tampoco.
• Las mil y una noches: Las tres manzanas.
Sófocles: Edipo Rey.
Virgilio: La Eneida.
• Voltarie: Zaig o el destino.
Anna Katharine Green: The golden slipper, and other problems for Violet Strange

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