Revista Infancia

El primer juguete es la mano del bebé

Por Babytribu @babytribu

¡Hola tribu bonita! Os habéis preguntado alguna vez… ¿Cuál es el primer juguete con el que de verdad juegan nuestros bebés? Las manos, antes de cualquier otro juego, son una fuente de exploración y conocimiento del propio cuerpo del bebé y precede al juego con objetos o a la actividad manipulativa.

En el post de hoy te dejo una pequeña explicación de lo que suele ocurrir en el proceso de descubrimiento de las manos, así como pautas y requisitos para ofrecer un juego saludable y armónico, posteriormente, con objetos.

El primer juguete es la mano del bebé

El primer juguete es la mano del bebé

Una de las adquisiciones más precoces del bebé es el descubrimiento de su mano. ¿Cómo se produce tal descubrimiento? Lo cierto es que, se produce de manera fortuita e imprevista y no conocemos, a ciencia cierta, los momentos anticipatorios que nos pueden indicar tal descubrimiento. Simplemente un día sucede por casualidad.

En las primeras semanas de vida, el bebé no parece percibir los gestos espontáneos de su mano, a pesar de que esta atraviesa su campo visual.

Entre el segundo y quinto mes, se ha llegado a observar que su mirada se detiene sobre la mano, deja de moverla unos instantes, la sigue con la mirada, gira la cabeza siguiéndola.

Después, de una manera relativamente prolongada, parece mirar su mano mantenida a una cierta distancia ante los ojos. Mueve la mano, la detiene, se la acerca a los ojos, la aleja, abre el puño, lo cierra, vuelve a repetirlo, etc. Y cuando su mano sale de su campo visual, aprende a volver a buscarla (No hay duda, está jugando con su mano).

El primer juguete es la mano del bebé

Durante las semanas siguientes, descubre sucesivamente la palma y el dorso de la mano, por medio de una pronación o supinación del antebrazo, flexionando y enderezando el codo, haciendo los movimientos de abducción, de aducción y de rotación en la articulación de la paletilla, etc. Ha descubierto y ha aprendido que la mano depende de él, de su cuerpo y de sus acciones y movimientos.

El bebé, con todos estos movimientos, experimenta y memoriza una diversidad de sensaciones propioceptivas que le preparan para utilizar objetos con las manos, pero para él, realmente, es un juego de concentración y de abstracción. Descubre y ejercita así su principal herramienta de exploración para toda la vida” (Falk, J.)

Por lo tanto, es importante no ofrecer ningún objeto de juego al bebé hasta que observemos que se observa regularmente sus manos, juega con ellas o muestra interés por lo que le rodea, alrededor de los 3 o 4 meses, porque es realmente significativo que, descubra sus manitas.

A partir de este momento, podemos poner al alcance de los pequeños y pequeñas objetos fáciles de agarrar, de poco peso y simples, como: telas de algodón de 35x35cm, anillas de madera, sonajeros, pelotas estilo Montessori, pelotas de mimbre, anillas unidas por un lazo o cadena, pequeños boles de metal, cucharas de madera, esponjas…

Nunca poner el objeto en las manos del bebé, si a su alrededor (cuando está tumbado sobre su espalda), para que pueda llegar a alcanzarlos con sus manos y poner en acción sus propias capacidades de movimiento, de coordinación óculo-manual, de decisión…

El primer juguete es la mano del bebé

Cuando el bebé ya sea capaz de voltearse a boca abajo, levantar la cabeza y extender sus manos, podemos colocar estos objetos en cestos de baja altura (Cestos de los tesoros).

Y para finalizar, los juguetes que se mueven, cuelgan en móviles, suenan, se iluminan, etc. diseñados para el juego de la pequeña infancia son aparatos muy vistosos, bonitos, provocadores y modernos, pero… condenan a los pequeños y pequeñas a una observación pasiva. Por ello, es fundamental que entendamos que los objetos apropiados para su juego son objetos que “dan ganas de hacer algo con ellos” y que den opciones de experimentar, probar, explorar, chupar, agarrar, soltar, pasar de una mano a otra (otro gran descubrimiento), golpear… y que permiten descubrir el placer que le puede producir su propia actividad autónoma y libre.

“Cuando el bebé está mirando sus manos, está haciendo mucho más que eso, está descubriendo-se”.

Si os interesa este tema, os recuerdo otro post que escribí y que no debéis dejar de leer, echad un vistazo a el movimiento de los bebés y lo importante que es jugar en el suelo.

El primer juguete es la mano del bebé

Paloma Nuria Gonzalo García

Bibliografía

Falk, Judith (2003). Los fundamentos de una verdadera autonomía (Les fondements d’une vraire autonomie chez le jeune enfant). Asociación Pikler Lóczy.

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